Al abrir sus ojos se sorprendió al encontrarse frente a una puerta, aunque agradecía que lo primero que no presenciaba era otra de sus amigas dentro de un estilo de hipnosis. Ver a quiénes consideraba en tal estado era como una tortura, aún más al desconocer el como ellas estarían viendo aquella situación; ¿serían conscientes de que no tienen control? ¿sabrían que no están en el mundo real? ¿recordarían todo lo que han vivido juntas? Tenía tantas preguntas, pero era incapaz de responderlas.
Sacudió levemente su cabeza, tomando aire y acercando una de sus manos a la gran puerta que tenía frente a ella. Desconocía a quién se encontraría detrás de la misma, pero debía ser fuerte y no dudar de lo que debía hacer. Tenía que recordar que mientras más rápida fuera, más rápido terminaría y por ende, más rápido sus amigas serían libres.
Finalmente abrió la puerta, encontrándose con un lugar que en su mayoría se encontraba vacío, a excepción de unas cadenas que colgaban desde el techo y terminaban amarradas en las muñecas de su amiga. Fue inevitable sentirse confundida ante la imagen, ¿la menor sería peligrosa dentro de este mundo? ¿Sería violenta? Nuevamente tenía muchas preguntas, pero posiblemente no podrían ser contestadas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dio lentos pasos hacia la chica, los cuáles terminaron resonando por el lugar, alertando así a la encadenada. Inmediatamente esta empezó a tirar de las cadenas, intentando liberarse de alguna forma, pero fallando en ello, aunque no se daba por vencida.
—¡Suéltame! ¡Jiu, suéltame!
La mayor se sorprendió bastante, quedándose quieta por unos segundos y apretando el agarre en el arma que llevaba. No se esperaba el que la contraria se encontrara tan consciente como para gritarle, aparte que aquella acción le confirmaba que la chica podía llegar a ser violenta.
—¡Tienes que soltarme! ¡Ahora!
—Sua... no lo haré...
Un gruñido se escapó de los labios de la contraria, quién continúo removiéndose e intentando librarse del amarre, aunque sin importar qué, nunca podría liberarse. Su mirada se mantenía en Jiu, intentando intimidarla de alguna forma y así conseguir que acatara a lo que le indicaba, pero esto no surtía efecto.
Apretó sus puños con fuerza, recorriendo con sus ojos a la contraria, deteniendo los mismos en el arma y sorprendiéndose bastante al notar el número que destacaba en la misma. Inmediatamente empezó a inundarla un pánico, volviendo a removerse con violencia y mirando directamente hacia los ojos de la mayor.
—¡Ni se te ocurra! ¡No lo hagas! ¡No!
—Tengo qué, es la única solución.
—¡Jiu! ¡No! ¡No!
La mayor lentamente empezó a alzar el arma, apuntando hacia la más joven, sin titubear en la acción que estaba por tomar. En su mente podía oír como las suplicas de la chica se repetían como un eco, mientras que sus movimientos los veía como si fueran en cámara lenta. No procesaba por completo todo lo que provenía de su amiga, por lo cual no demoró en apretar aquel letal objeto.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
