Hermano

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Astolfo fue el primer Servant que he logrado invocar desde que llegué a Chaldea, y junto con Mash hacen un buen equipo, e incluso recibimos el apoyo de Cú Chulainn Caster para resolver la Singularidad de Fuyuki.

Una noche, después del entrenamiento, fui a tomar una ducha para quitarme el mal olor y así poder despejar la mente y quitarme el estrés que tenía encima. Pasaron unos minutos cuando escuché que alguien abría la puerta. Iba a decir que el baño estaba ocupado, pero olvidé que la ducha era compartida, así que no dije nada. Lo que sí me sorprendió fue ver a Astolfo que era quien había entrado al baño, y solo llevaba una toalla que tenía puesta sobre su cintura. A pesar de que sabía que era hombre, aún así me daba algo de pena que me vea, ya que era la primera vez que estaba yo en un baño compartido. Astolfo se acercó hacia donde yo estaba y me dijo.

- Master, ¿Puedo tomar la ducha a tu lado? Me gustaría hablar contigo sobre algo

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- Master, ¿Puedo tomar la ducha a tu lado? Me gustaría hablar contigo sobre algo. -

- ¿Ah sí? ¿De qué quieres hablar? -

- Antes de que hablemos, me gustaría tallarte la espalda. Es mi deber como servant el cuidar de mi Master en todo momento, después de todo. -

A pesar de que se vería raro que un chico le talle la espalda a otro, tuve que aceptar, ya que Astolfo tenía toda la buena intención del mundo en hacerlo, así que acepté. Con suavidad y delicadeza, Astolfo comienza a tallarme la espalda con la esponja usando una mano, y con la otra la posó sobre mi hombro izquierdo para apoyarse. Después, usó un cepillo para tallarme suavemente la espalda y quitar los rastros de jabón y células muertas que quedaron. Mientras tanto, Astolfo empezó a hablar, diciendo.

- ¿Sabes, Master? Vine aquí para hablar contigo sobre algo que he visto en tí desde que fui invocado, y es que puedo ver en tu corazón que hay una gran sensación de vacío, como si algo te hiciera falta, y me gustaría ayudarte a llenar ese vacío. -

- Astolfo... ¿Cómo puedes decir eso abiertamente? Ambos somos chicos y se vería mal algo... -

- Estás malinterpretando las cosas, Master. Yo no quiero ayudarte como servant, sino como amigo. El amigo que te hizo falta por tantos años. Aquel con el que puedas jugar, reír, llorar, contar secretos... Ese tipo de amigo es el que tanto te hace falta. -

Las palabras de Astolfo causaron un gran impacto en mí, al punto de que me quedé mudo por lo que dijo. Astolfo continuó hablando, ésta vez con una expresión de tristeza.

- ¡Master! ¡Quiero ser ese compañero de juegos con el que puedas divertirte y reir hasta que te duela el estómago! ¡Quiero ser tu almohada con la que puedas llorar y desahogarte cuando estés triste, abrazándome fuerte hasta que te sientas mejor! ¡Quiero ser tu confidente con el que puedas contar tus secretos más profundos, y tus sentimientos que has mantenido ocultos hasta ahora! ¡Master! ¡Déjame ser tu amigo, por favor! -

Cuando Astolfo puso su cabeza sobre mi espalda y sus brazos me rodearon la cintura, unas lágrimas salieron de mis ojos, recorriendo mi rostro. Astolfo siguió hablando.

- Master, quiero que me uses como tú quieras. Como tu amigo, como tu compañero, como tu almohada o como tu confidente. Después de todo, soy tuyo y puedes hacer conmigo lo que quieras. Yo te estimo mucho y quiero ayudarte a que te sientas mejor, sin importar nada más. -

Astolfo empezó a llorar, abrazándome con más fuerza, quizás porque él comprende cómo me siento por dentro. Quizás, el vínculo que nos mantiene como Master y Servant llegó al punto de que ahora sabe lo que siento y cómo me siento. Estuve procesando y reflexionando sobre todo lo que me dijo, y después de pensarlo por un buen tiempo, me dí media vuelta, lo tomé de los hombros, lo miré a los ojos y dije.

- Astolfo... Yo no te veo como un amigo, ni como un compañero, ni confidente o una almohada. Para mí, eres como el hermano mayor que nunca tuve. Verás, antes de mí, iba a nacer otro niño, pero un accidente hizo que mi madre perdiera a ese niño, así que cuando se embarazó por segunda vez, hizo su máximo esfuerzo para cuidarme hasta que me tuvo. Por eso, yo solamente puedo verte como ese hermano que iba a tener, así que espero que no te ofendas. -

Astolfo quedó impactado por lo que dije, y quedó sin palabras por un momento, hasta que de pronto vuelve a llorar, pero ésta vez de felicidad, y se abalanza para abrazarme, diciendo.

- ¡Oh, Master! ¡No sabes lo feliz que me has hecho! ¡Por supuesto que puedo ser tu hermano! Además, un hermano también puede ser tu amigo, almohada, compañero y confidente, ¡Así que por eso estoy doblemente feliz! -

- ¿Sigues con eso?... -

- ¡Sí~! -

Después de eso, Astolfo y yo nos tomamos turnos para enjuagarnos el cuerpo por separado, y al terminar nos cambiamos de ropa. Una vez fuera de la ducha, nos topamos con Mash en el pasillo, y Astolfo dijo.

- Bueno, tengo que irme a mi cuarto para descansar. ¡Nos vemos luego, querido hermano~! - seguido de eso, Astolfo me da un beso en la mejilla y se fue brincoteando mientras tarareaba una de mis canciones favoritas de My Chemical Romance. Al voltear hacia Mash, me llevé un tremendo susto al verla con una expresión terrorífica y dijo.

- ¿Senpai?... ¿Me puedes explicar QUÉ FUE ESO?... -

 -

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Historias cortas de Fate Grand OrderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora