Las semanas de abril pasaron sin concederle descanso, y es que últimamente todo parecía ir muy por delante de ella.
—¡Espera, Yui-chan! —Moa la alcanzó cerca de la puerta, a la salida del club de teatro—. No te vayas sin mí —llegó a su lado y enredó sus brazos para seguir caminando.
—Yo no... —miró el reloj en la pared antes de ser arrastrada fuera del salón.
Contaba con media hora para llegar al encuentro con su ángel, si se entretenía, aunque sea solo unos pocos minutos, llegaría tarde.
—¿Qué sucede?, ¿acaso estás con prisa? —su amiga ralentizó sus pasos esperando provocar una reacción suya—. Olvida todo. Hoy es viernes, saldrás conmigo.
—¡¿Eh?! —parpadeó un par de veces, tardando en procesar la demanda recibida—. P-pero...
—Ni se te ocurra inventar una excusa —Moa puso los ojos en blanco— ¿Hace cuánto que nos pasamos tiempo juntas? ¿Tres? ¿Cuatro semanas?
—Pasamos todos los días juntas.
—En clases —le recordó con aburrimiento—. Quiero hacer otras cosas contigo, así como antes.
—H-hoy... —"saldré con Su-chan".
—Shh.
—Moa...
—Iremos a ver una película —sentenció su mejor amiga ignorando sus intentos de protesta—. Nakamoto-san aceptó.
—¡¿Qué?! —Yui se detuvo en seco.
¿Acaso escuchó bien?
Según había programado con su ángel la última vez que se vieron, hace ya más de una semana, irían a un paseo por el Boulevard Este.
—¿Te molesta que invite a "Su-chan" a una no cita sin que sepas? —preguntó la chica en un tono que intentaba insinuar lo contrario.
—No —Yui se cruzó de brazos. Sabía que Suzuka y Moa seguían escribiéndose por todas las veces que su ángel preguntó por la interpretación de los textos que recibía de su amiga; y no le molestaba que la invitase al cine, definitivamente ese no era el problema— ¿Por qué me lo dices recién?
Sintió que Moa lo hizo a propósito para molestarla; ella la conocía desde años atrás, sabía que los cambios de último segundo siempre la dejaban descolocada.
—Sabes, esto no pasaría si intercambiaran números, así como la mayoría de personas normales hacemos —sugirió Moa con cierto tono de burla—. Y por si quieres saber, se lo pregunté el lunes.
Yui respiró profundo, no quería tener que dar una explicación acerca del porqué su ángel y ella no tenían agendados sus números de teléfono.
Aunque la razón en sí era simple: si los tuvieran, probablemente ninguna de las dos se resistiría a escribirse a diario, entonces no tendría nada que contarse cuando se vieran en persona.
Una amistad como la de los abuelos, solo ellas le encontraban lo divertido.
—¿Fuiste amable al pedirselo? —desvió el tema acerca de los teléfonos, queriendo asegurarse de que su amiga no hubiese presionado a la mayor para la salida.
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Escucho hablar de nosotras
FanfictionMizuno Yui desconoce lo que significa estar verdaderamente enamorada. Kikuchi Moa comprende aquel sentimiento tanto como el dolor que causa un amor no correspondido. Y Nakamoto Suzuka... ¿Qué se puede decir de ella? Su vida es un misterio, aunque e...