➠네번째

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Yoongi mantenía un semblante serio, hace mas de un rato que Hoseok y Namjoon tenían que haber vuelto al punto de encuentro. Refunfuño entre dientes levantándose para empezar a buscarlos y traerlos a rastras si era necesario. Sin embargo no hizo falta porque a lo lejos ya se acercaba Namjoon y no muy atrás Hoseok corría para alcanzar al mayor.

Una vez los tuvo frente empezó con su cuestionario.

—Y bien ¿Por qué tardaron?

Los dos muchachos limpiaron torpemente sus ropas sucias con manchas de tierra y secaron algo de sudor de sus frentes antes de contestar. 

—Ellos... Saldrán al anochecer— Hoseok respondió primero.

El líder frunció el ceño en señal de descontento, tendrían que apresurar las cosas o no lo lograrían.

—Mmmh... la verdad es que son muchos para enfrentarles ahí mismo y llevarnos al príncipe— la voz de Namjoon interrumpió sus pensamientos —Pero aun nos queda el bosque, podemos usarlo a nuestro favor—

Los otros dos asintieron en acuerdo mientras entraba en la cabaña, crear un plan que fuera lo suficientemente confiable para que pudieran sacar al príncipe de allí era lo primordial, y este tenia que ser aplicado antes de que Park cruzara la frontera o tendrían casi nulas oportunidades de salvarlo.

Los tres hombres se sentaron alrededor de la mesa y dieron inicio a la conversación nuevamente. 

—¿Cuántos hombres vieron aproximadamente?— Inquirió Hoseok 35

—Conte 20 alrededor del sendero— respondió Namjoon.

—Yo unos 15 en la zona de la cabaña donde supongo tienen al príncipe—

—Oh, la verdad es que yo solo encontré cuerpo tirados y olían feo— soltó Jung apenado.

Yoongi negó divertido con la cabeza antes de levantarse de la mesa y dirigirse a la cocina para comer algo.

—Tengan listas sus mejores armas, en seguro que la sangre va a correr—

Los pocos rayos del sol entraban por la pequeña ventana, el astro empezaba a esconderse

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Los pocos rayos del sol entraban por la pequeña ventana, el astro empezaba a esconderse.

—Despierta mocoso, no pienso cargarte— la ya conocida voz de Ji-ang vino acompañada de una sacudida en su cuerpo.

Abrió los ojos y espero que se acostumbraran a la luz, seguido de esto levantó el rostro y miró con desprecio al hombre ¿A donde se supone que lo llevarían? Pudo contar alrededor de catorce tipos afuera, era obvio que lo moverían algún lado. Ji-ang se acercó a el y desató las cuerdas de sus pies, pero no de sus manos.

—Bien, ahora vas a comer esto, te aconsejo que no intentes nada Jimin ¿Si viste cuantos tipos hay afuera no?— el mencionado se quedó en silencio.

Ji-ang se sentó a lado de Jimin con un plato de lo que fuera que sea esa comida.

Park desvió la mirada a cualquier otro punto, se moría de hambre pero su orgullo y dignidad como persona no le permitían aceptar comida de su secuestrador.

—Te conviene comer principito, será un largo camino.

—¿Cómo se que no tiene veneno?— soltó de la nada.

—Vaya, vaya... Y yo pensé que el ratón te había comido la lengua.— Ji-ang se paro y con un rápido movimiento mostrando a la misma vez una navaja de doble filo —Si quisiera matarte, lo habría hecho hace mucho Jimin— su característico tono amenazante estaba ahí, sin embargo esta vez incluía algo más ¿Qué se supone que era? ¿Odio?


...


Tal y como había contado, habían catorce tipos afuera, se encontraba rodeado. Le colocaron una bolsa de tela en la cabeza disminuyendo su visibilidad.

Las antorchas fueron prendidas y empezaron a caminar por el sendero. Se esforzó por mantener la cuenta de cuanto tiempo llevaban caminando, aún así Jimin había perdido la cuenta sin poder evitarlo ¿Cuánto llevaban caminando? ¿Dos horas? ¿Tres tal vez? Sus piernas se sentían débiles y sus labios estaban secos. El frío exterior cada vez era más notable por lo que supuso la noche estaba bien establecida.

—Ya no puedo... — susurró bajito hacia Ji-ang

—¿Acaso alguien te preguntó principito? Avanza de una vez si no quieres que te mate aqui mismo— respondió arisco.

Los pasos de Jimin se volvieron lentos sin poder evitarlo; no mucho después un pequeño ruido alarmó a Jimin.

—¿Qué fue eso?— preguntó uno de los hombres que caminaba a uno de los costados de el.

—Debió ser algún animal, tal vez un conejo— contestó Ji-ang, restando importancia al asunto.

Aún así, una vaga esperanza de que alguien lo sacaría de ahí hizo despertar a Jimin. Se mantuvo alerta escuchando a su alrededor. Aunque no podía ver casi nada, oía las ramas de los árboles sonar, como si alguien los estuviera siguiendo.

No supo cuándo ni dónde, pero una pelea empezó ahí mismo y luego un humo le rodeo para después caer inconsciente a un lado del sendero.


No olviden tomar agua uwu.

*Capítulo editado y corregido 

꯴᩠ᴅᴀᴇᴄʜᴡɪᴛᴀ

Daechwita  愛  ʏᴏᴏɴᴍɪɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora