A veces pienso que el miedo no hace daño a no ser que te impida vivir; ese miedo a caer, a no ser suficiente, a ser olvidada, a hacer las cosas mal, a no saber querer, a no llegar a ser lo que quieres ser... demasiados miedos que nos hacen pasar muchas noches en vela. Y he oído por ahí, a más de uno como dicen que la vida es cómo una montaña rusa pero, ¿y a quién le dan miedo las alturas qué? A veces me paro a pensar y me doy cuenta de que estoy en una montaña rusa en la que no he pagado entrada porque no quería subir. No quiero estar hoy arriba y quizás mañana abajo. No quiero no saber que me depara la vida o el futuro. Te levantas sin saber lo que vas a encontrarte, puede que hoy salgas de casa con la sonrisa puesta sin saber que de aquí unas horas volverás a casa, sí, pero habrás perdido la sonrisa por el camino o, quién sabe, a lo mejor sales de casa hundida y vuelves habiendo conocido al amor de tu vida, ¿no?
Pero...¿ a quién quiero engañar? Hoy no es uno de esos días en los que he vuelto a mi habitación feliz, aunque lo parezca. Nada más llegar a casa he dejado la maleta en el comedor y me he encerrado en mi habitación con los auriculares puestos y, no mentiré, he soltado un par de lágrimas por no decir muchas. Y es que no es solo hoy, hace bastante que me levanto por las mañanas y sé que ese día no es el mío. Últimamente ninguno lo es pero quizás para entenderme tendréis que conocer mi historia.
Será mejor que cojáis asiento que esto va para largo.
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Hará cuestión de un par de semanas que no estoy del todo bien, no porque esté de moda sino porque últimamente las cosas en mi vida no van muy bien. A veces pienso: "Va Luna, no es para tanto, ¿no crees?". Pero otras estoy tan hundida que solo se me pasa una cosa por la cabeza, un '¿por qué sigues luchando?' constante que no se me quita de la mente, aunque quiera. Y hoy es uno de esos días en los que pienso que no vale una mierda seguir, ¿para qué? ¿para acabar peor de lo que ya estaba? Paso.
Hoy ni siquiera he ido a clase, le he dicho a mi madre que me encuentro mal y cómo no, ella siempre se lo cree, ilusa. Simplemente no he ido porque estoy cansada, un tipo de cansancio que no se me pasa durmiendo una semana entera sino que, no sé, ¿nunca habéis estado cansados emocionalmente? ¿Nunca habéis necesitado un tiempo para vosotros? ¿Nunca habéis pensado que ya es hora de que te relajes? Cómo que ya es hora de pedirle un tiempo muerto a la vida, que ya toca. Y últimamente mis días se basan en eso. Me paso los días pensando en tantas cosas que a veces le doy la razón a mi madre cuando dice que pensar demasiado es malo, tiene razón. Me amarga la existencia.
Bueno, como os estaba contando, me he quedado en casa, en la cama y he estado pensando en muchas cosas, entre las cuales que no entiendo como a veces para la corta edad que llegamos a tener, nos comemos la cabeza más que cualquier otra persona. Siempre pensamos que nuestros problemas son los peores del mundo y que no tienen solución, nos ponemos en lo peor porque parece que nos gusta lo complicado o, quizás soy yo que soy demasiado complicada pero no sé. Esa es mi respuesta a todo estos últimos días, un constante 'no sé'. Si me preguntaseis cómo estoy os respondería eso, que no lo sé. Siempre he sido una persona que no tiene pelos en la lengua y que si tiene que decir ciertas cosas, las dice. Siempre he sido la típica chica fuerte y que no le teme a nada. O al menos no le temía a nada antes de conocerle a él. Después de que apareciese empecé a ser la persona más insegura del mundo, ¿y qué pasa si esa persona a la que tanto quieres te deja? Siempre lo pensaba, y mira tú por donde que al final es lo que ha pasado. Miradme, aquí en casa encerrada llorando por un tío tan capullo como él. Es eso lo que últimamente me pasa. Él. Ese es el motivo por el que hace un par de semanas que estoy hecha una mierda, sí, como leéis; estoy jodida, cansada, rota, sin ganas de nada, sin él, sin mi, perdida, en un mar de dudas, llamadlo como queráis. Recuerdo que una amiga mía me decía: 'Luna, siempre que te pregunten qué tal estás y estés jodida tienes que decirles que 'estás jodida pero contenta'. Así que ahora mismo podríamos definir mi estado de ánimo más o menos con esa frase, 'jodida pero contenta'. O no tan contenta.
