Capítulo 19

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La muchacha de cabellos morenos miró extrañada a todos los que se encontraban ahí en el claro de su cabaña.

Si ya era extraña la presencia de una sola alma por esa zona, el que hubieran más de 200 personas en total en ese claro era aún más raro. Todos se la quedaron mirando, causándole mucha más incomodidad.

— ¿Q-quiénes sois? ¿De dónde sale tanta gente?—pregunta visiblemente incómoda—.

De entre la gente salieron Ethel y Étoile, quiénes al ver a Ilargi corrieron a abrazarla.

— ¡Ilargi! ¡Por la diosa, estábamos muy preocupados al llegar ayer y no verte aquí! —lloriquea Étoile a modo de queja hacia la mayor—.

— Tu familia estaba muy preocupada... —le da unas palmaditas amistosas Ethel—.

— Oh... Eso, pues...

De la cabaña sale la familia de Ilargi, que habían oído unos gritos afuera.

Lorenz, preocupado, se acerca y ve a su cachorra entre los brazos de las princesas. El alfa corre a ver cómo está y la abraza muy fuerte.

— Dios, cachorra, no me asustes así... Llevas dos días sin parar por casa, ¿qué diantres estabas haciendo? —preocupado riñe a la muchacha—.

Jaimie, al ver a Ilargi también se acerca a abrazarla, lloriqueando preocupado por su cachorrita.

— Tranquilos, estoy bien... Fui a dar un paseo esa noche por las ruinas de la Luna y terminé presentándome... Una hechizera me ayudó porque me desmayé al poco de hacerlo... —Ilargi señala detrás suya—.

Entonces, todos se fijan en que Ilargi no había venido sola, sino que la acompañaban una mujer con un bebé y otra muchacha de más o menos su edad.

Lorenz se acercó y agradeció con una reverencia.

— Muchas gracias por ayudar a mi hija, te lo agradezco de corazón...

— No te preocupes, no fue molestia —Roxanne niega sin darle importancia a lo sucedido—.

Athenea se quedó mirando a todos los que habían allí y se acercó con cuidado hasta Ilargi.

— Ilargi... Espero que nos volvamos a ver... —la castaña clara le sonríe—.

— ¡Espera! Te presentaré a mis amigas, Athe... —la para la morena—.

La chica asiente y Ilargi la presenta ante sus amigas.

— Esta es Athenea... Athenea, estas son mis amigas, la princesa Étoile y la princesa Ethel —hace señas mientras las presenta y sonríe—.

— Encantadas —dicen al unísono las princesas y hacen una pequeña reverencia—.

— Igualmente... —sonríe Athenea—.

Las cuatro se sonrieron y Athenea decidió que ya era hora de volver a la cueva de los Gamma.

— Bueno, ya nos veremos... —le coloca un colgante con un cristal de cuarzo en forma de luna a Ilargi y se despide—.

— O-oh... Gracias —antes de poder agradecer como se debe, la chica ya había desaparecido entre los árboles—.

Las tres se miraron extrañadas. La hechicera también se despidió, y así todos quedaron allí, viendo a la chica que estaba junto a las princesas.

La tensión volvía a ser palpable, y las princesas necesitaban organizarse.

— Ilargi, necesitamos tu ayuda... Bueno, la tuya y la de tu familia... —empieza Ethel—.

𝑯𝒐𝒘𝒍𝒊𝒏𝒈 𝑯𝒖𝒏𝒕𝒆𝒓𝒔 || 𝑂𝑚𝑒𝑔𝑎𝑣𝑒𝑟𝑠𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora