Mientras caminaba hacia la clase de Literatura tratando de ignorar el regalo que estaba en mi mochila; pero cada paso que daba, la caja empezaba a sonar y... ¡Ya dije que soy demasiado curiosa!
Me fui hacia un lado tratando de esquivar a la multitud de estudiantes y abrir el regalo en paz. Me posicioné detrás de los casilleros y saqué la pequeña caja de mi mochila. Desaté el moño y abrí la cajita. Saqué un brazalete de oro con un dije en forma de paloma. Debajo del brazalete, encuentro una nota y la leo.
"LA ESPERANZA NUNCA ES LO ÚLTIMO QUE SE PIERDE. NO LO HAGAS AL PRINCIPIO"
Seré sincera: No entendí. No es que fuera tan tonta, pero la frase podía o llegar demasiado lejos o ser sin sentido. Prefería que fuera lo segundo. De todas formas, guardé la caja y pude el brazalete al fondo de mi casillero. No me juzguen, realmente ya tengo demasiadas joyas que no uso.
Fui a mi siguiente clase; al llegar vi a Brisa y a Cloe hablando, entonces ambas me vieron y sonrieron con temor. Me señalaron un asiento en frente de ellas y yo fui allá. Solo para su información, Brisa y Cloe son dos de las animadoras.
Cuando llegó la profesora de Literatura, se sintió el temor. Podría decirse que ella se parece a un duende con su estatura, sus orejas puntiagudas, sus ojos rasgados y sus arrugas... si, yo llego al temor estudiantil; pero ella es simplemente terrorífica, sin hablar de lo estricta que es.
- Buenos días, alumnos.- dice la profesora con su voz estridente.
- Buenos días, profesora.- decimos todos al unísono, o también puede decirse como robots.
- Empecemos la clase.- dice y se da la vuelta para escribir en la pizarra. La clase de literatura siempre es aburrida hasta que leemos los trabajos que nos hace hacer; aunque odie admitirlo hay muchos que tienen talento. Hay algunos que escriben incluso sus obras en un sitio web ¿a quién se le ocurriría algo así?
Toda la clase avanzamos gramática. Sí, lo sé, deberíamos avanzar literatura... pero la profesora es muy rara, es una fanática por la ortografía. Y créanme cuando digo que nadie logró el puntaje perfecto, estoy segura de que ella inventa palabras para los exámenes.
Cuando tocó el timbre, la profesora nos hizo quedar durante cinco minutos por culpa de dos chicos que estaban hablando. Luego de que esa injusticia cometida ante el curso por la profesora terminara, me fui directo a la cafetería donde los chicos ya me esperaban.
- ¿Por qué tardaste?- pregunta Shon.
- Me tocaba literatura.- digo tirando mi mochila al asiento antes de sentarme- Estúpida profesora.
- ¿Los hizo quedar?- preguntó Owen
- No...- digo sarcástica- Nos dejó salir antes.
- ¿Por qué ese humor?- dice Dago divertido
- Por que estúpido día que hoy tenía que ser.- digo todavía frustrada.
- Yo no creo que sea estúpido.- dice Jackson en un susurro para que solo yo lo escuche.
- ¿Qué pasa hoy?- dice Isabella
- ¡Qué les importa!- digo y empiezo a comer.
Todos se quedan callados hasta que Katy encuentra otro tema de conversación y todos empiezan a hablar. Por suerte, el tema de mi cumpleaños quedó aplazado.
Termina el almuerzo y todos salimos. Por ser el día que es, tengo que ir con la psicóloga. Como si este día lo odiara y necesitara terapia... ah cierto, si es así; pero no necesito ningún tipo de terapia.
Estaba caminando hasta que Jackson me agarra del brazo para que no me vaya. ¡¿Qué rayos tienen con mi brazo?!
- Espera.- dice
- ¿Qué?- pregunto de mal humor
Él saca una pequeña caja de terciopelo de su bolsillo y me la da.
- Feliz cumpleaños, princesa.- dice.
Abro la caja y veo un pequeño ángel de cristal.
- Es hermoso.- digo y lo miro a los ojos que se mostraban algo tímidos- Gracias
- No es nada- dice y le doy un beso.
Cierro la cajita y la guardo- Ahora tengo que ir con la psicóloga ya que creen que me volveré loca.- digo y me doy vuelta antes de que Jackson pueda hablar.
Camino hacia la oficina para locos no tan oficiales y entro para ver a la señorita Anastasia, la psicóloga de la escuela sentada en su escritorio arreglando unos papeles. Su oficina era más una habitación. Su escritorio estaba a un lado; tenía un sillón normal y otro de esos en donde te echas con la vista en el techo y le cuentas tus problemas.
La psicóloga levanta la vista y sonríe- Hola, Jessica.- dice- Te esperaba.
- Bueno, es el peor día de la vida y creen que hoy enloqueceré, así que era lógico que viniera ya que al tratar de entrar en la clase, el profesor me botó porque no debía estar allí- digo mientras me siento en el sillón rojo normal.
- Sé que parece demasiado, pero es por tu bien.- dice con su voz "tranquilizadora".
- Como sea.- digo
- Feliz cumpleaños.- dice todavía con una sonrisa. ¿Que no se cansa?
- Increíblemente no eres la primera persona que lo dice, eso es un progreso. ¿Ahora puedo irme?- digo algo impaciente.
- Primero, sabes que pase lo que pase debes quedarte una hora de clases.- dice mientras se levanta y se sienta en frente mío
- Si, lo sé.- digo aburrida y resignada.
- Segundo. ¿Quién más te lo dijo?- preguntó luciendo emocionada.
- Jackson y la chica nueva.- digo. Ahora me arrepiento de no haber elegido la otra silla, se ve más cómoda y quiero echarme...
- De Jackson lo esperé, es tu novio después de todo.- dice levantándose- ¿Pero la chica nueva? ¿Cómo se llama?
Cuando se levanta, yo veo la oportunidad perfecta para sentarme allí. ¿Infantil? No me importa, puedo echarme en la silla. La psicóloga no parece darse cuenta o no parece importarle.
- Skye.- digo- Tal vez no la conozcas, ella es...
- Ah, si, Skye, ha venido un par de veces con ciertos problemas.
¿Skye y problemas en la misma oración? Bueno eso es normal, ¿pero que ella tenga los problemas?, eso si el lo que me impresiona. La señorita perfección tiene problemas... eso puede ser útil.
- ¿Y?- digo tratando que la psicóloga no descubra mis malévolos planes. Ya he llegado varias veces a la conclusión de que esa mujer puede leer mentes.
- Nada. Solo que me impresiona que Skye te agrade.- Wow, retrocede y pausa. ¿Que Skye me agrada? Si no está claro que no es así, debo haber fallado. Debería esforzarme más.
- ¿Ella agradarme a mí?, sí, claro, eso es tan posible como que yo me vuelva amiga de una perdedora.- digo
- Bueno, ¿entonces cómo sabe cuándo es tu cumpleaños? Yo tengo entendido que solo tú puedes haberle dicho.
Antes de que pudiera contestar, tocó el timbre y agarré mis cosas.
- Pues tal vez sea una espía o algo así, pero ten por seguro que solo Jackson sabe mi cumpleaños sin haber visto en los archivos del colegio.- digo mientras me levanto- Y ahora me voy a mi siguiente clase.- y salgo por la puerta antes de que la psicóloga pudiera decir algo más.
Pienso un momento en ausentarme y culpar a la psicóloga, pero rechazo esa idea para dirigirme a la clase de arte muy lentamente. Cuando por fin llego a la puerta, la abro y el profesor me deja pasar. Me siento en una de las sillas con un trípode para cuadros, veo en la pizarra lo que debemos hacer y empiezo a dibujar sin mirar alrededor.
Dibujo por un tiempo tranquila hasta que:
- Hola.- dice una voz molesta a mi lado.
- Hola, Megan.- digo mientras me preparo mentalmente para pasar toda una hora cerca de esta... ¿me pueden repetir qué es lo que mi hermano vio en ella?
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La chica perfecta de mi escuela
РазноеDesde que la "señorita perfección" llegó, mi hermano es más tonto, los perdedores tienen autoestima y sin hablar que ya no me temen... Ella lo arruinó todo. ¿Lo peor? Nadie la odia... exceptuandome, claro. Por cierto, mi nombre es Jessica, y si está...