→Nueve ☼

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✎𝒩𝑜𝓈𝑜𝓉𝓇𝑜𝓈

Un par de brazos lo mantenían preso, Donghyuck lo abrazaba con tanta fuerza que no se podía mover, la pierna del alfa se enredaba con las suyas en un acto de completa posesión mientras él se escondía en su cuello. Mark podía imaginarse al alfa dormir tranquilamente relajándose con su olor, aroma que ni él mismo recordaba ya que Donghyuck lo había impregnado de su propio aroma.

Donghyuck lo tranquilizaba de sobremanera, tanto que deseaba quedarse en la cama que ir a conocer al pequeño cachorro de su mejor amigo. Pero no podía, tanto como él y su novio eran importantes para la pareja, sin contar el hecho de que los últimos días no habían dejado su casa porque, hyung, ¿podemos hacerlo una vez más?

Y bueno, tal vez fuera su naturaleza sumisa pero nunca se negaba a los deseos de su alfa.

Ah, y por más que le encantara estar entre los brazos de su novio perfecto, ambos tenían que levantarse, así que con todo el peso de su alma y muchas quejas de su lobo comenzó a removerse entre los brazos del alfa, pero esto solo ocasionó que Donghyuck lo apretara más hacia su cuerpo y empezara a dejar un camino de besos en su cuello, Mark se relajó nuevamente al sentir los suaves labios del alfa, cerró los ojos y suspiró pesadamente acariciando los brazos de su novio que abrazaban su cintura con fuerza.

—Duerme hyung —susurró y su aroma se intensificó, Mark jura que ese delicioso aroma de su alfa era como una droga. Con la respiración pesada de Donghyuck se dejaba dormir.

¡Pero no! Tenía que ir a visitar a su mejor amigo.

—¡Donghyuck! ¡Ya deja de dormirme con tu olor! —gritó removiéndose cada vez con más fuerza entre los brazos del alfa.

Donghyuck no lo soltó pero sí empezó a quejarse.

—Makku, no quiero levantarme —exclamó aún apretándolo contra él.

—¡Suéltame! —gritó, Donghyuck lo soltó a regañadientes, y finalmente pudo levantarse de la cama.

Observó como Donghyuck se escondía entre las cobijas negándose a levantar, suspiró con frustración.

—Te recuerdo que Jeno es tu mejor amigo, y de verdad quiere que conozcas a su hijo —lo jaloneó por el brazo, el alfa finalmente accedió a levantarse.

—Bien —suspiró. —¿Nos bañamos? —preguntó con una sonrisa sugerente, Mark rodó los ojos.

—Solo bañarnos Hyuck.

Oh, pero con una pareja como esa las cosas no podían quedarse en un "Solo bañarnos" Apenas Donghyuck tuvo a Mark desnudo y bajo la lluvia artificial comenzó a besarlo con mucha dedicación, el omega que siempre era débil ante las caricias del alfa no se negó y correspondió al lento beso.

Y es que desde que se unieron no podían estar separados, Mark se había acostumbrado a estar sobre los protectores brazos de Donghyuck y que este le hiciera mimos, ambos vivían en una nube de amor muchísimo peor que la de sus amigos, para Donghyuck no había nada más que Mark y para Mark no existía nada más que Donghyuck.

Y tal vez por eso se tomaban su tiempo al besarse, Donghyuck era cuidadoso con sus caricias, siempre lentas y tortuosas, el mínimo contacto de sus manos hacían que el cuerpo del omega estallara en emociones, y es que, Donghyuck tenía ese poder en él, llenarlo y hacerle olvidar todo lo que pasaba a su alrededor. El alfa sabía hacerlo enloquecer, mientras besaba su cuello con una suave y lenta caricia recorrió su pierna, Mark siempre se deshacía en sus brazos dejando que este se encargue de él, tomó entre sus manos sus piernas enrollándolas en su cintura, ambos ya completamente erectos, el alfa se permitió mirar al omega a escasos centímetros, Mark jadeaba concentrado en la mirada de su novio, el cabello de este pegado en su frente goteando pequeñas gotas que recorrían su piel, el alfa pegó sus frentes al tiempo que rozaba sus narices y emitía un sonido similar a un ronroneo, y Mark lo sabía, el alfa se mostraba débil ante él, expuesto.

HE SMELLS LIKE SUNFLOWERS | HaeMark; OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora