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ผมรักคุณ ; 𝓉𝑒 𝒶𝓂𝑜

Nueve años

A Johnny todo le aburría. A sus nueve años de edad le importaba muy poco lo que su padre le enseñaba sobre ser un alfa, le molestaba realmente que este haya tomado tiempo de sus tardes para hablar sobre sus instintos de protección, dominio y lo que sea, Johnny era un niño totalmente desinteresado y no se veía a sí mismo dominando o marcando a alguien, nadie en la villa llamaba su atención y solo pasaba sus días molestando a su pequeño hermano Mark.

—...Y encontrarás a un omega que será tu pareja de por vida, alguien que protegerás y será tu apoyo emocional. —podía escuchar a su padre hablar pero estaba ocupado jugando con un muñeco tejido que había robado a su hermanito. —¡Johnny! ¿Me estás escuchando?

Johnny resopló y rodó los ojos sin mirar a su rabioso padre.

—¿Dijiste algo? —preguntó aún observando al muñeco a quien comenzó a arrastrarlo cual trapo a la ventana del estudio, su padre gruñó irritado.

—Al menos eres terco como un alfa —resopló su padre masajeándose las cienes, Johnny continuó jugando o más bien limpiando la ventana con el muñeco.

—¿Ya me puedo ir? No veo a mamá dándole charlas tontas a Mark —expresó con aburrimiento.

—Eso es porque tu hermano es un pequeño obediente y se nota a leguas que será un mega —suspiró. —Tú en cambio no has mostrado signos de nada más que de desobedecía y aburrimiento.

Johnny rió. —Es que todo es realmente aburrido.

—Bueno ya, puedes irte a hacer lo que sea que hagas —exclamó el alfa derrotado. —Y oh, Johnny, por favor deja de robarle los muñecos a Mark.

Johnny chasqueó su lengua levantándose del asiento para irse de allí, en el pasillo tiro el muñeco de su pequeño hermano y se dirigió a su habitación, se acostó en su cama y suspiró, ah, todo era tan aburrido. Johnny pensaba que él no era nada, ni alfa ni omega, tal vez beta, porque jamás había dado algún indicio de algo, pero según su actitud desinteresada eran unas señales vagas de ser un alfa.

Pero a él no le importaba.

—¡Hyung! —Johnny se levantó de mala gana para encarar a su pequeño hermano menor. —¿Podrías llevarme al bosque? —preguntó con timidez.

Mark era un pequeño muy adorable, tanto que a veces a Johnny le daban ganas de guardárselo en el bolsillo, molestar a su pequeño hermano menor era la cosa medianamente interesante por hacer, porque Mark es tranquilo y sumiso, también desprendía un aura dulce y rosada.

—No —respondió secamente, bien, si lo iba a llevar al bosque a jugar con el pequeño de los Na, pero le gustaba molestarlo.

Mark puchereó. —Por favor.

Johnny negó con la cabeza fingiendo un bostezo, vio a su pequeño hermano lagrimear.

—Pero mamá dijo que lo harías Hyung —suspiró triste y Johnny bufó, ese niño era un manipulador de primera.

—Bien, bien, ya deja de llorar —exclamó levantándose de su cama, Mark curveó sus labios en una sonrisa y lo abrazo de la cintura.

—Muchas gracias hyung —suspiró, Johnny lo quitó de encima.

—Sí, sí, ya vayámonos —tomó la mano de Mark y se despidió de su madre a penas con una fría mirada, ignorando los: cuida a tu hermano y busca un alma.

HE SMELLS LIKE SUNFLOWERS | HaeMark; OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora