→Extra

1.8K 144 7
                                    

✎𝐸𝓍𝒸𝑒𝓅𝒸𝒾𝑜𝓃

Jungwoo era consciente de que era por mucho lo más hermoso en la villa. Todos se encargaban de hacérselo saber, desde que nació, sus hermosas facciones, su voz delicada y risueña y ni hablar de su delicioso aroma a menta y coco que atrapaba a cualquiera. Sin embargo, Jungwoo era callado y nada presumido, le interesaba muy poco su buen aspecto y las miles de insinuaciones y propuestas de amor eterno que le hacían a cada minuto del día, no, este era alguien intelectual y amante de la naturaleza, y aunque su madre le reclamase mucho su poco tacto al rechazar alfas de todo tipo, este no se inmutaba a los gritos de su madre que debía aprovechar su atractivo, Jungwoo no estaba para nada interesado en una pareja y mucho menos en los idiotas que se presentan a él cada día.

Tomó su libro de aromática y dejó su casa, iría a s lugar preferido, un lugar majestuoso de la villa que siempre desprendía un curioso aroma a orquídeas, fresas y cedro. Jungwoo encontraba adictivos esos aromas y deseaba saber de dónde provenían, pero siempre que iba allí solo se encontraba con el paisaje de siempre que estaba seguro que alguien había arreglado; simplemente perfecto, aquel era el lugar del pequeño Jungwoo desde que algo lo había llamado allí cuando tan sólo tenía cinco años, Jungwoo estaba completamente seguro a sus siete años que aquel lugar era muy especial. Había algo en este que le traía tanta paz y armonía y le ayudaba a escapar de esa gente que siempre lo perseguía cada día. 

Se sentó en la grama, junto a la gran variedad de flora que había sido arreglada y formaba algo como una pared, donde el aroma siempre era más fuerte y donde siempre amaba esta. Disfrutó de la grama acariciar sus piernas parcialmente desnudas y el cálido ambiente cosquillar su piel y ni hablar del fuerte, adictivo y especiado aroma que acompañaba toda la perfecta imagen, relajadamente comenzó a leer su libro y a divagar sobre el porque ese particular lugar le hacía sentir emociones tan punzantes, calurosas y cosquilleantes que a su vez eran una de las mejores sensaciones.

Solía dar caminatas largas por la villa, pues disponía de mucho tiempo libre y lamentablemente debía escapar de coqueterías constantes de alfas. Jungwoo era alguien muy tranquilo y callado, le gustaba más observar a Mark y Jaemin jugar que intervenir en los juegos, pero ahora con Mark tan ocupado viendo de lejos a Donghyuck y Jaemin tratando de escapar de Jeno no tenía mucho que hacer sólo pasear por las praderas, se preguntaba de dónde podía pertenecer el aroma que era tan dueño de sus pensamientos, quien lo había encantado tanto que hasta pensaba que era lo más precioso de la villa.

Observó de lejos a un grupo, todos parecían estar empujando a alguien en concreto, Jungwoo solo se quedó estático mirando como dos personas considerablemente más bajas que la persona a la que acosaban, empujaban al pobre largurucho hasta caer de espalda, Jungwoo suspiró frustrado y decidió que sin poder hacer nada lo mejor era retirarse, sin embargo, después de haber dado apenas un paso el aroma, el delicioso y adictivo aroma que siempre encontraba su lugar llegó hacia sus sentidos olfativos, giró tan rápidamente su cuello en dirección de los acosadores quienes le gritaban a quien parecía ser el portador del delicioso aroma "Defiéndete, vamos ¿No eres un alfa? ¡Débil!"

Jungwoo fue hacia ellos como alma que llevaba el diablo, decidido a ver quién era ese largurucho alfa dueño del mejor aroma de todos, sin saber muy bien qué hacer, al llegar ambos acosadores lo observaron parando de inmediato, pudo notar como ambos dispuestos a soltar babosadas sobre lo hermoso que era y esas tonterías lo miraron como si fuera lo más hermoso del mundo y bien, lo era. Jungwoo no prestó ni la más mínima atención a ellos y miró al castaño cabizbajo que se negaba a mirarlo.

—Mi alfa —exclamó Jungwoo con voz segura y dulce, colocando su mano en el hombro de alfa abatido, este pareció temblar y lo miró levantándose torpemente para luego volver a apartar la vista. Jungwoo tomó la gran mano de este entre la suya y la entrelazó sintiéndose espléndidamente bien. —No quiero volver a verlos tocar a mi alfa ¿Bien? —sonrió encantadoramente el omega. —Bien, ya nos vamos, tenemos un largo día preparado, y ustedes también, corran el rumor de que Kim Junfwoo tiene un alfa.

HE SMELLS LIKE SUNFLOWERS | HaeMark; OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora