Capitulo 2 - Malas decisiones

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Empujé la puerta desgastada y entré en un mundo completamente diferente a los que había estado nunca. Música llegaba a mis oídos mezclada con los gritos y risas, tanto el suelo, las paredes como el techo parecían hechos de madera, pero estaban teñidos de oscuro en algunas zonas por lo que parecían manchas de alcohol. En las paredes había todo tipo de decoraciones, desde fotografías llenas de personas mirando a la cámara, algunas más antiguas que otras, a motores o tubos de escape.

Todo ese mundo nuevo me cautivaba, pero también me asustaba, me di cuenta de que no podía quedarme en la puerta toda la noche, la gente empezaba a mirarme raro, "Venga tienes que andar, acércate a la barra" me dije a mi misma. Cogiendo aire comencé a andar por un estrecho camino rodeado de mesas con hombres y mujeres de todas las edades que se me quedaban mirando como si fuera un molesto mosquito, sabía que mi vestido no haría furor en este ambiente, pero nunca pensé que sería observada por todas y cada una de las personas del bar.

Cuando llegué a la barra me senté en el único sitio que quedaba libre, tenía que tranquilizarme, "Esto solo era un bar" me dije bajando los ojos a la barra mientras intentaba volver a respirar con normalidad. "¿Qué haces aquí?" me dije a mí misma, no sé que se me pasó por la cabeza cuando decidí bajarme del coche de Patrick, pero ya se me había pasado y ahora lo único que quería era salir de allí lo antes posible.

-¿Qué te pongo? - dijo la camarera mirándome divertida, era la típica chica rubia guapa, de ojos azules, con pantalones cortados mas arriba de lo que yo me hubiera atrevido nunca a llevar, que dejaban ver sus piernas largas y bronceadas y una camiseta corta con la que se le veía su estomago plano y su ombligo decorado con un pendiente de mariposa.

La gente del bar seguía mirándome con la misma cara que gritaba, no perteneces aquí, márchate y algo de orgullo apareció en mi, si pensaban que mirándome mal iba a irme estaban muy equivocados, tendrían que lidiar con ello.

-Una cerveza. - dije mirándola, sabía porque era la camarera de este sitio, llamaba la atención, incluso más que las otras chicas del bar que vestían cosas similares a ella.

-¿Te has perdido? - dijo mientras cogía una jarra y la llenaba delante de mí.

-No... es solo que quería tomar algo, lo que no sabía es que había código de vestimenta. - dije algo más relajada con sarcasmo en la voz.

-Si... – dijo riéndose mientras me inspeccionaba – no te preocupes, nunca ha entrado nadie vistiendo como si se acabara de presentar en sociedad. La perla... ¿es de verdad? - dijo señalando a mi colgante de plata con una pequeña perla rosa engarzada.

-Si, fue un regalo – dije mientras cogía el colgante y lo miraba, uno de los tantos que ellos me han hecho a lo largo de los años.

Lo solté rápidamente y volví a mirarla.

-Y que, ¿has encontrado lo que venías buscando? - dijo la camarera sondeando con la mirada.

-No se a que te refieres... – dije mirándola extrañada.

-Mira, no es nada en tu contra, solo que las chicas como tú no vienen a sitios como este y si vienen es porque necesitan algo diferente. Y ahora te pregunto ¿lo has encontrado?- dijo esta vez sonriéndome.

-Se que va a sonar un cliché, pero... pasaba por aquí... y decidí entrar. - dije riéndome de lo absurdo que sonaba, pero era la verdad.

Acerque la jarra a mis labios y le di un trago.

-Si tu lo dices... - dijo encogiendo los hombros sin darle mayor importancia.

En mi mundo me habrían cuestionado y bombardeado a preguntas para sonsacarme cosas de mi vida, pensando que así me ayudarían, esto era diferente, nadie se metía con la vida de los demás y me sentí agradecida a esta desconocida por ello.

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⏰ Última actualización: Jul 31, 2020 ⏰

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