Hay formas mas fáciles de morir

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-¡Tienes agallas de mostrarme todo esto en una pagina arrancada de alguna libreta!-grito Shigaraki Tomura al recibir un papel de Ground Zero, una simple pagina con nombres escritos en el, rodeado de muchas personas en aquella oficina.

-Es lo que pediste...

-¡Lo estas haciendo a proposito! ¡nadie puede ser tan idiota! ¡Re-destro...!

-¿Porque siempre me hablas a mi?

-¿Sera porque eres mi mano derecha desde que Kurogiri murio?-Re-destro fruncio el ceño-¿podrias enseñarle a este como se hacen los informes imperiales?

-Al menos te dio una pagina eso es un gran avance-sonrio Shoto pero Shigaraki fruncio el ceño, la pagina decia nombres de policias que trajeron hace un par de minutos.

-Deberias de dejar de darle tantas vueltas al asunto y aceptarlo ya-le comento Chisaki-todo lo que quieren es una ultima noche antes de irse a la guerra en Rusia.

-Eso es solo una excusa, me asegurare que nadie muera, ademas; ¿que es ese fetiche de gente que trae uniforme?

-Para la defensa de estos tipos es tu culpa-comento Muscular.

-¿Ahora es mi culpa?-Shigaraki se cruzo de brazos.

-Si, tu trajiste a mas de quinientas personas que tenian titulos reales, ordenaste matar a los que eran menores de 18 años y los demas fueron fornicados como cerdos en el calabozo durante 108 dias, todos andaban con esos lujosos uniformes reales, asi que es tu culpa.

-Eso fueron 108 dias de supervivencia-sonrio Toga.

Shigaraki volvio a fruncir el ceño.

-¡Ya no quiero seguir escuchando!-guardo el papel en medio de un libro-vayan diviertanse.

Todos gritaron.

-¿No quieres venir con nosotros?-le pregunto Shoto.

-No-respondio en tono calmado y seco mientras todas las personas salian-tu tambien Gigantomachia.

El enorme guarda espaldas salio, Shigaraki se restregó los ojos antes de ponerse de pie y dirigirse a su alcoba, la fiesta mordida y degenerada la hacian en el patio al otro lado del cuartel, asi que el aprovecharia para estar un tiempo a solas.

Entro a darse un baño mientras tomaba una copa de vino rojo, mientras lo hacia se estaba relajando en aquel lugar, pero se percato que estaba comenzando a tener hambre habia estado sentado toda la tarde y no le habia dado tiempo de comer algo, pero definitivamente no podia ir a la cocina, habia llegado aquel tiempo donde le daba igual el sufrimiento y desesperanza de las personas, ante sus gritos desgarradores y suplicas ya no le hacian sentir nada, le daba igual si morian o no, por eso dejo libre a aquel policia, pero no queria que esos oficiales lo vieran, queria evitarse aquel disgusto.

Asi que tomo otra copa y se asomo al balcón, no habia nadie cerca todos estaban en aquella fiesta degenerada, pero en aquella oscuridad, logro visualizar una silueta que estaba escalando con agilidad los peldaños del edificio, el sujeto lo habia visto desde arriba, habia presenciado las luces encendidas, pero no se detuvo como cual suicida decidido a cualquier cosa.

Incluso tuvo el descaro de voltear a ver hacia arriba y sonreirle, un par de minutos antes de subir al mismo balcon.

-¿Ahora te crees Romeo o algo asi?-le comento el emperador retrocediendo mientras el subia, logro reconocerlo, andaba con botas, pantalon de gin y una camisa negra, como cualquier civil, habia hecho su trabajo a medias.

Shigaraki se sento en su silla y coloco la copa en la mesita de noche, no podia negar que aquel sujeto era atractivo, de grandes hombros, podia mirarse fuerte si en ese mundo no importaran los poderes.

El Emperador del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora