RELATO

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Verdaderamente amo el aroma de las flores por la mañana, cuando el rocío aun sigue en sus pétalos delicados.

Somos como el agua de un río que nace en las montañas, seguimos el camino que ya todos conocen, uno detrás de otro, hasta que llegar al mar donde el calor de la vida nos volverá a hacer comenzar de nuevo.

Nací de la flor más bella que un día un cuervo corto, marchita ella estaba pero su vida me entregó.

Somos como el aire, vagando sin rumbo esperando a que alguien nos vea bailar en el fuego en una noche de verano.

Una vez vía a un hombre que a la luna le cantaba, su mirada enamorada y una sonrisa acartonada, que vestía prendas rotas y un sombrero gigantesco, me contó la historia de su vida que iniciaba en alegría y terminaba en tristeza.

Somos como las nubes que van mostrando su belleza, pero que no dura más de lo que piensa, el tiempo es el enemigo de muchos apresurados que lágrimas han dejado por un amor que han olvidado.

Verdaderamente amo el aroma de las flores por la mañana, que desde mi ventana en una silla de ruedas sigo añorando falsos recuerdos.

Somos como fuego que su luz nos ilumina en la noche y da calor en tiempos de frío, su frágil flama seguirá encendida mientras tenga de que alimentarse, y cuando nadie la necesita su luz desaparece.

Fue una tarde de otoño cuando las hojas caían, mire a el sol ocultarse entre el mar, yo que fui esclavo atesoré más la vida, pues la belleza me fue ofrecida de múltiples maneras que solo me di cuenta cuando volví a tener cadenas.

Somos nada en medio de todo y nos sentimos poderosos por tener aquello que no nos pertenece, fuimos sombras que jugaron a ser luces encendidas.

Verdaderamente amo el aroma de las flores por la mañana y mirar al cielo y su belleza, que la libertad de un esclavo es mejor que la tristeza.

El aroma de las flores [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora