CARTA SUICIDA

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No es necesario llorar cuando no existe tristeza ni felicidad verdadera.

Solo el viento tiene el derecho de rozar la piel que no conoce.

Meses de verano tan largos como el otoño e invierno tantos meses de una vida, pero me enamore en primavera cuando las flores florecían y el aire que se respiraba estaba lleno de aromas dulces, fue cuando el romance se vestía de gala para impresionar.

Quién me condena dice amarme, y en su pecho me guarda lugar importante. Detesta mis actitudes pero usa mi cuerpo para calmar su furia.

Me pide lo imposible y me castiga cuando voy a intentarlo.

Si yo fuera sus ojos, él se los quitaría
Si yo fuera su voz, él se cortaría la lengua para limpiar su nombre.

Sin embargo, el con su forma de querer, amor me muestra y estoy a su merced.

Espero algun dia comprender su amor y lo que el entiende por amar.

Hoy ese amor me castiga sin tener culpa. Mi condena la tuve sin aún conocerlo.

Canto en silencio pues no escucho ni mi propio llanto, comencé a escribir canciones sin títulos para poder cantar sin sentimientos.

Yo que confíe en el amor y fue el amor quien terminó matándome, comprendí en el peor de los casos que las rosas no son hermosas por su forma sino por su aroma, que tarde me di cuenta cuando ya estaba bajo el campo de flores.

Tranquilamente en mi espacio solitario buscaba viajeros solitarios que no se interesarán por los kilómetros recorridos si no por el viaje que viviremos juntos. Culpa mía creer en el amor a primera vista sin saber que en su espalda cargaba mi sentencia.

Escribo entre líneas cortas lo que en voz fuerte no pude pronunciar pues esta carta suicida hará más ruido cuando ya no esté en este mundo que si ya canto o recito frente a los demás.

El aroma de las flores [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora