Denize - [Trastornos 1] ©

»Capítulo Siete«

《Cambios de Actitud》

Amanda me veía un poco extrañada, pero decidí no prestarle atención y a los pocos segundos Martín entró a la habitación.

—Buen día, Lil —me saludo con un beso en la mejilla—. ¿Qué tal Amanda?

—Todo bien por aquí.

—Si, todo genial —respondí sonriendo.

—Veo que ya son amigas, ¿no? —pregunta y se sienta frente a nosotras.

—La verd...

Amanda fue interrumpida por Edgard que entró a la habitación alarmado.

—Amanda te necesito ¡ahora! —me dijo apresurado y abandonó la habitación al instante.

Amanda no se preocupó en preguntar, salió disparada detras de él, miré a Martín extrañado:

—Trabajar en un psiquiátrico esta de locos, ¿no lo crees? —bromeó.

—¿Qué haces aquí tan temprano? —le pregunté—, ¿no tienes que trabajar, o algo así? —dejé la charola a un lado, y lo miré.

—No, era ayer por la tarde, como estamos escasos en psicólogos el trabajo se pone pesado de vez en cuando —me explicó—, pero hoy tengo un par de horas libres —me dijo, mientras masajeaba sus hombros.

Se le veía cansado.

—Quisiera ayudar de alguna forma.

—No te preocupes, pronto saldrás de aquí y estarás allá con nosotros nuevamente —acarició mi mejilla.

Ahí estaba. De nuevo, ese extraño sentimiento en mi pecho, diciéndome que algo estaba mal. ¡¿Qué era esto?!

—Gracias —murmuré.

—¿Has recordado algo más?

No sabia qué decirle. Simplemente no podía contarle que me escape al psiquiátrico donde trabajaba, y mucho menos sobre el chico misterioso. Además, ese extraño sentimento no me dejaba confiar en el por completo.

—La verdad no, supongo que pronto lo haré —le respondí lo más casual posible.

Me pareció que estaba analizando mis gestos, pero no dijo nada al respecto.

Hablamos el resto de la mañana, me contaba como todos preguntaban en el trabajo por mí. Según muchos estaban sorprendidos de que estuviera bien y viva, y otros quería venir a visitarme pero Martín les explicaba que no podían.

—¿Por qué, no pueden? —le pregunté.

—Nadie sabe que perdiste la memoria. Eso podría afectarte en el futuro si alguno de los directivos se entera.

—Oh.

Me alegraba que mantuviera la falta de memoria en secreto, por ahora. Pero si me gustaría ver a algunos de ellos, tal vez podrían ayudarme un poco.

Martín se fue a eso del mediodía y me quedé sola, una enfermera vino poco después para traerme el almuerzo y llevarse charola de la mañana.

Amanda debía de estar muy ocupada para no venir ella misma, eso me entristeció un poco pero entendía, no solo yo era su responsabilidad. Terminé mi almuerzo y me recosté para dormir un poco, pero no lo conseguí así que solo me quedé observando el pasisaje a través de la ventana.

Y ese nombre vino a mi mente nuevamente.

Denize.

No estaba completamente segura de qué Denize fuera alguien, pero ¿qué más si no? No podría ser algo.