»Capítulo Nueve«

191 62 13
                                    

El placer en el sufrimiento.

Despierto muy temprano con la mente un poco colapsada por todo lo sucedido el día anterior. Sin embargo no dejó que eso nuble mis pensamientos.

Después de algunos minutos desde que desperté Amanda entra a la habitación.

—Muy buenos días, cariño —me saluda con una sonrisa.

Recuerdo la extraña conversación con Edgard anoche y me preguntó si debería contarle a Amanda, pero no estoy completamente segura de hacerlo.

—Buenos días, Amanda.

Ella deposita el desayuno en mis piernas como todas las mañanas y se sienta a un lado, observandome mientras me dispongo a comer. Ha traído cereal, pan tostado, café y una manzana.

—¿Porque estás tan callada? —pregunta después de un rato.

Me tensó ante su pregunta, pero trato de disimularlo—Solo recordaba lo que me decías ayer, ya sabes, quiero empezar a investigar sobre mi profesión, pero no tengo computadora o un celular.

Ella parece lo bastante convencida y asiente.

—Dejame preguntarle a Martín, tal vez él tenga algo que nos sirva de ayuda.

Asiento y termino mi cereal, y las tostadas. Para comenzar a comer la manzana.

Amanda saca su celular y textea unos segundos.
Minutos después un enmarañado y soñoliento Martín aparece en nuestro campo de visión.

—Buenos días, chicas — saluda y puedo notar que esta cansado.

Se veía terrible y tenía la misma ropa de ayer. Sus párpados estaban caídos, y tenía unas ojeras tan marcadas que parecía un mapache. Su cabello estaba muy desordenado y sus hombros estaban caídos, a duras penas se mantenía en pie.

—Alguien no durmió en toda la noche —comentó Amanda.

—Ni se bañó —le susurró.

Ella reprime una risilla divertida y Martín nos mira a ambas con enojo.

—¡Callense las dos! —responde de manera brusca.

Amanda y yo fruncimos el entrecejo.

—Cálmate Mart, ¿qué te pas...

—¡No, Ligth! ¡No! Esta vez cállate, por el amor de Dios, estoy harto de todo esto, me duele la cabeza y para ti todo es una maldita broma —me interrumpe.

—¿Pero que demonios te pasa, eh? —le responde Amanda levantándose de la cama.

—¡Que estoy harto! Eso me pasa —responde y se vuelve hacia ella.

Sus ojos que una vez me parecieron los más hermosos, ahora solo transmitían odio, maldad y muchas desesperación.

Este no parece mi Martín.

—Okey basta, ¿sí? —me levanto y quedo en medio de ambos, para evitar cualquier cosa.

Amanda echaba chispas y Martín estaba igual, o peor que ella, su cólera era evidente.

—Amanda, déjame hablar con él a solas por favor —le pido.

Ella niega—No te voy a dejar con este lunático.

—Por favor Amanda, es mi mejor amigo, no me hará daño.— Le digo sonando firme... Pero realmente no puedo asegurar que no haría daño.

Ella no muy convencida le lanza una mala mirada a Martín y luego me ve a mi, suaviza la mirada y asiente, toma la charola y sale sin decir palabra.

Denize - [Trastornos 1] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora