Denize - [Trastornos 1] ©

»Capítulo Diecinueve«

《Ya no ser igual, es la clave》.

Frío.

¿Dónde estoy? ¿He muerto? ¿Quién...

¿Él me ha atrapado? ¿Me ha conseguido? ¿Me ha matado?

No, no.

¡¡¡Despierta!!!

Abro los ojos desesperada, y ahogó un grito.

—Ligth, Ligth, Ligth —me llaman—. Tranquila, estás a salvo, estás a salvo.

Me aferró a la sábana que cubre mi cuerpo y parpadeo repetidas veces para que mi borrosa vista mejore. El portador de la voz es Edgard.

Siento un ligero mareo, por lo qué me tumbo en la cama, mi vista se mejora y enfoco a Edgard frente a mí.

—¿Cómo te sientes? —pregunta.

—Desorientada y mareada.

Él asiente:—¿Te duele algo más?

Niego y bajo la vista. No recuerdo muy bien lo que pasó, solo que estaba con Martín y ahora, ¿estoy de nuevo en el psiquiátrico?

Observó las paredes blancas que conforman mi habitación en el psiquiátrico y la ventana me confirma que estoy de nuevo allí.

—¿Qué hago aquí? —pregunto—. ¿Dónde está Martín? Y-yo...

Intento levantarme pero un mareo me ataca y unos fuertes brazos me detienen en seco.

—No puedes levantarte, debes comer y descansar, has estado inconsciente por 3 días.

—¡¿Qué?!

—Sí Light, Martín te ha encontrado desmayada y con sangre saliendo de tu nariz, el domingo.

—¡¿Es miércoles?!

—Así es. Necesitas comer, recuperar fuerzas y tratar de recordar que te pasó.

Siento la boca seca y el ardor en el estómago, pero aún así asiento.

—Ya te traerá la comida una enfermera, por favor quédate aquí, yo necesito salir.

—Estaré aquí, no te preocupes.

Él asiente y yo me meto debajo de las sábanas y cierro los ojos con fuerza.

Nuevamente en está situación de desventaja dónde no recordaba nada, dónde todo era confuso y por supuesto dónde yo era la que salía herida.

Escucho la puerta abrirse pero lo ignoró, de seguro es la enfermera que trajo mi comida, segundos después lo confirmo cuando la habitación se inunda de un delicioso olor de comida china, no me resisto y abro los ojos enseguida.

Mi corazón se paraliza de inmediato al ver la persona que está frente a mi, me sonríe pero no dice nada.

—Amanda —susurro.