El amor es lo que importa |𝑇𝑒𝑚𝑝𝑜𝑟𝑎𝑑𝑎 𝟚| |ɴ° 5 ʏ ᴛᴜ|

ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 1 (²/²)

(...)

³ ᵈᵉ ᵐᵃʳᶻᵒ, ¹⁹⁴⁵

Todo estaba oscuro...
Sentía una fuerte jaqueca y las ganas de vomitar se apoderaban de mi. Sentía mucho dolor en alguna parte de mi cuerpo. No recordaba mucho, pero podía jurar que ya estaba en el cielo o en parte, en el infierno.

Quería moverme o aunque sea abrir mis ojos pero enserio no podía.
Finalmente mis ganas de vomitar se apoderaron de mi cuerpo a lo que desperté bruscamente y vomité hacia un lado. Al terminar de hacerlo, finalmente abrí mis ojos. Veía muy borroso y había oscuridad. Sentía frío.
Luego, el dolor que sentía al principio se apoderó de mi. Grité de dolor, caí al suelo nuevamente, tomé de mi ropa y comencé a apretarlo retorciendome de dolor. Derrepente una luz blanca comenzó a cegarme. Mi dolor comenzó a desaparecer, sentía como el viento rosaba todo mi cuerpo.

La luz cesó a lo que yo abrí mis ojos.
Era el collar que Reginald me había dado antes de volver a la academia.
Tomé el collar entre mis manos, se había llenado de mi sangre. Allí exactamente comencé a recordar...
Allison me había disparado en el corazón.

Miré rápidamente hacia mi pecho, mi ropa estaba cubierta de sangre en esa zona. Al no sentir más dolor me quité mi blusa quedando solo en sujetadores.
Mis ojos espabilaron.
La herida había desaparecido.

Volví a colocarme mi blusa y me levanté cuidadosamente del suelo. Mis piernas temblaban a lo que me afirmé de algo que había por allí.
Cuando la luz de mi collar cesó completamente veía solo oscuridad.
Me encontraba en una gran habitación de cosas de limpieza, enserio no podía entender absolutamente nada.
¿Así es el paraíso?
Pensé que por lo menos habrían ángeles o algo así.

Comencé a tocar las paredes en busca de algo que pudiera servirme para salir de aquí.
De tanto recorrer la habitación, pude notar que era algo grande.
Finalmente, toqué algo que parecía ser la manilla de una puerta.

Por un lado entraba luz, parecía ser luz de la luna pero de ser así... Se supone que ya no debería estar brillando.
Giré de la manilla y la puerta se abrió lentamente, el viento comenzó a socorrerme. Al ver lo que vieron mis ojos quede perpleja.
Estaba en una especie de jardín muy grande y hermoso. Alparecer si me encontraba en el cielo

Comencé a dar pequeños pasos fuera del lugar en donde me encontraba.
Al fondo se veían grandes árboles y muchas flores de distintos tipos, las estrellas brillaban y brillaban sin cesar.
Al mirar a mi alrededor parecía ser... ¿Un castillo?

Completamente confundida y desorientada comencé a caminar.
Aparecí por un pasillo demasiado grande, era al aire libre.
Comencé a correr hacia adentro a ver si había alguien por allí.
Cuando entré quedé completamente anonada. Había un techo con muy hermosas pinturas arriba, al mirar hacia mis pies había una larga pero larga alfombra roja

Comencé a caminar sobre ella, quería saber hacia dónde me llevaría.
Todo para mí comenzó a aclararse, al final vi algo que literalmente me costaba entender.

Habían dos tronos bañados en oro y plata.
Enserio ya todo me parecía muy extraño.
¿Por qué llegaría aquí en el paraíso?
Comencé a caminar hacia los tronos, al llegar rocé con mis dedos el que parecía ser de una princesa. Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro, en verdad me parecía tan linda.
Derrepente las luces del lugar se encendieron