¿Por que cae la nieve?
mis pies descalzos se congelan al tener que caminar por esa fina capa de hielo
¿Quiénes son peores, los humanos o los demonios?
todos somos iguales y tenemos nuestras propias formas de destruir a los demás para protegernos a...
aunque no este a tu lado, aunque tu no me veas, aunque yo este mas feliz ahora que estoy lejos de ti, siempre te protegeré y amare, por que eres y siempre seras una importante parte de mi
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Luego de que el resto del equipo apareciera y lo único que encontraran fuera a una desmayada Fumiko en brazos de Tanjiro, el rubio histérico pidió explicaciones mientras se encaminaban de regreso a la finca mariposa cómo les había indicado anteriormente Shinobu.
Era un escenario bastante cómico para cualquier externo que observara la situación, un rubio cargando una caja de madera en su espalda por que no tenía la resistencia para cargar a la chica desmayada durante todo el trayecto a la finca, gritándole a un pelirrojo de aretes hanafuda que cargaba a una albina de puntas celestes pastel inerte en su espalda mientras explicaba cómo era que esta había terminado en tan deplorable estado y a un lado totalmente ajeno a la discusión, un extraño muchacho con una máscara de jabalí que golpeaba su cabeza contra algunos árboles cercanos sin preocuparle en lo mas mínimo la situación.
- COMO QUE LE DISTE UN CABEZAZO GRANDÍSIMO IDIOTA!!!- grito histérico Zenitsu mientras jalaba con histeria la mejilla de su compañero.
- e-es que la situación era complicada, no sabía que más hacer..- intento defenderse en vano el amable joven, era poco decir que se sentía culpable al causarle una contusión a Fumiko cuando ella se encontraba en un estado maravilloso y no había sufrido ni un rasguño en la pelea.
- NINGUNA SITUACIÓN AMERITA UNO DE TUS CABEZAZOS!! TIENES SUERTE DE NO HABERLA MATADO!!- le volvió a gritar con fuerza el rubio mientras lo señalaba acusatoriamente como si fuera un verdugo dándole pena de muerte.
-lo siento mucho! perdón!!- se disculpaba arrepentido.
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En una limpia habitación de la finca mariposa reposaba en una cama, ya con el uniforme de cazador cambiado por las típicas ropas ligeras color verde claro, una pacífica Fumiko que poco a poco se removía incomoda dando a entender que pronto despertaría de su inconciencia.
- d-donde estoy...- murmuraba casi en un susurro aun con los ojos cerrados y con la voz seca gracias a la falta de agua durante muchas horas, un ligero sabor metálico invadió su lengua obligandola a tragar saliva para eliminar esa sensación tan molesta - k-katana... m-mi katana...- empezó a tantear con su mano sintiendo como su palma impactaba contra una suave y mullida superficie pero no lograba sentir la empuñadura trenzada de su espada y al notar la ausencia de la mencionada abrió lentamente sus ojos para que la fuerte luz exterior no la cegara por completo, pero de forma repentina la puerta de la habitación se abrió revelando a un emocionado Tanjiro portando las mismas ropas verdes de Fumiko y mostrando una cálida sonrisa a la recién levantada y aturdida albina.
