"No se puede luchar contra el destino. Lo que tiene que ser será..."Presa del pánico retrocedí hasta que choqué contra la puerta. Escaneé la sala en busca de algo para defenderme, pero todo estaba lejos, en cuanto traté de buscar algo, la persona que estaba en la cama, más rápido que yo, dio un salto y me bloqueó el camino hacia la cómoda donde había un candelabro. Retrocedí otra vez hasta chocar con la puerta.
Un chico de ojos azules opacos y cabello castaño oscuro se acercaba desafiante hacia mí. A mis costados, mis manos estaban apretadas en puños, tomé clases de defensa personal hace unos años, pero el miedo me estaba ganando.
Un paso.
Respira Arish, solo dale un golpe lateral en la cara y uno en la entrepierna con tu pie. Tú puedes, ¡solo respira!
Dos pasos.
Mi corazón martillea en mi pecho.
Estoy petrificada. De haber sido posible ya hubiera traspasado la puerta de arrinconarme tanto hacia ella.
Tres pasos.
El chico quedó frente a mí, tan cerca que pude oler su aroma y ver su cara nítida. Tomé un respiración y lo enfrenté con palabras primero. Tal y como me enseñaron.
— O-Oye me estás incomodando, ¿Podrías alejarte? —pedí, como una presa rogando a su depredador.
— ¿Por qué? —fue lo que él me respondió en un tono desafiante.
Pude sentir su tibio aliento en mi cara, creo que tomó algo. Otra vez intenté irme, y antes de que pudiera, él colocó su mano sobre la puerta, aprisionándome con todo su ser. Si para este chico era algo lindo ver a una chica así de asustada, de verdad que se merecía ese golpe para dejarlo sin día del padre.
Decidida, levanté mi puño y con toda mi fuerza le intenté golpear la cara, pero antes de que pudiera hacer algo, tomó mi mano con su brazo libre y con el otro acarició mi mejilla.
— ¿Tratando de herirme, linda? —se acercó más a mí, quedando en contacto cuerpo a cuerpo.
— Suéltame —le dije ya con los inicios de una rabia inmensa mezclada con coraje y adrenalina.
Antes de que intentara algo más lo pateé en la pierna baja. Retrocedió y aproveché para asestarle otra patada justo en su punto más débil con toda la fuerza de una chica asqueada, al hacerlo se dobló en dolor y calló al piso. Con el modo máquina asesina encendida le caí encima mientras daba golpes a izquierda y derecha.
Aunque ese momento de debilidad no duró mucho. Más fuerte que yo, el chico tomó mis dos muñecas con fuerza y rodó hasta quedar encima de mí.
«Mierda, debiste correr».
Con el labio inferior sangrando, y la respiración acelerada, el chico llevó mis manos hasta ponerlas encima de mi cabeza evitando mi movilidad. Me resistí con todo lo que tenía, chillé y grité pero en un movimiento ágil, él tomó ambas muñecas con una mano y con la otra me tomó del mentón callándome.
—Sshhhh —trató de silenciarme.— No te quiero hacer daño, primor. Solo quiero cumplir las órdenes de Omega, y no puedes gritar, a menos que sea de placer —sonrió y soltó mi mentón para recorrer todo mi cuerpo con su mano. De alguna manera me quitó el suéter y me dejó en sujetador.
Y lo vi, sus ojos dilatados, su respiración acelerada, el frasco vacío en el estante...ese comportamiento ya lo conocía muy bien. Una lágrima rodó por mi mejilla pero no me iba a rendir ni entregar, no ahora que no tenía a nadie, debía ser fuerte.
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Géminis
FantasyEn un mundo caótico, la vida de Arish es perfecta junto a su familia y amigos, pero el panorama mundial cada vez se oscurece más y más, hasta que un día repentino, su vida cambia de rumbo sin vuelta atrás, al ser separada de todas las personas y cos...