Jesper sabía perfectamente que Alva estaba molesta con él. Era la quinta vez en el mes que le pediría que lo reemplazara dirigiendo a las palomas, y no para hacer recados de los guardianes, sino que solo para ver a Norte. Sabía que se le había acabado la paciencia a su segunda al mando, pero realmente quería ver a Norte, ¡lo extrañaba! A pesar de haberlo visto hace unos cinco días...
¿Podrían culparlo? Su cita con Norte había sido fantástica, y pronto después de esta Norte por fin le pidió formalmente ser su pareja, por supuesto que quería verlo tan seguido, ¡todos los días si fuera posible! ¿Acaso Alva no podría ser más paciente con su fase de luna de miel?
Se le acercó en medio pasillo, algunas pocas palomas chismosas siguiéndolo puesto que había pedido a las aves que esperaran su retorno en el centro del palacio. Había estado llamando a Alva por bastante rato y parecía ni siquiera escucharlo, así que decidió ir hasta ella.
—¿Alva?
La avecilla seguía su camino, acompañada de un grupo de aves mucho más jóvenes que ella. Principalmente Alva enseñaba las labores a las aves nuevas que llegaran, y suponía que les estaba haciendo un tour.
¿Estaba ignorándolo acaso?
Al lado suyo, repitió su nombre, obteniendo la atención de las avecillas pero no la de ella. Insistió hasta que ella soltara un suspiro amargo.
—Vuelvan al salón, estaré con ustedes en un segundo.
Observó las aves alejarse, esperando que Alva volteara a verlo, pero no lo hizo. Empezaba a cansarse de la situación.
—Yo... De verdad no entiendo porqué no puedes estar feliz por mí.
Murmuró con sinceridad, la molestia notándose en su tono. ¿Cuál es su problema?
Quería entender y ella no hablaba.
—Jesper...— advirtió Alva, un tono peligroso en su voz.
—Todo este tiempo diciendome que debería tomarme más días lejos del trabajo, ¿y ahora tu...?
—Jesper— fue más firme esta vez, volteandose a verlo a los ojos y frunciendo las cejas.
—¡No! ¡Dime qué pasa! ¡No puedes dejar de hablarme y pretender que sepa lo que piensas!
—¡Jesper!— gritó Alva, completamente iracunda —¡Tienes un trabajo aquí, por eso estoy molesta! ¡No sé si te das cuenta de que yo no soy un espíritu, no recibo las instrucciones mentales de qué niños están apuntó de escribir en el mundo por lo que tengo que adivinar a donde mandar a tus aves! ¡No soy tú! ¡No puedo reemplazarte cuarentena y ocho horas seguidas porque me canso! ¡No fui hecha para esto!
Jadeos calmaban su temperamento, y Jesper vio cómo muy lentamente sus facciones se relajaban, mientras sus temblorosa boca se presionaba con fuerza.
—Deberías saberlo— murmuró la avecilla.
Se sentía terrible. ¿Cómo pudo olvidar que Alva no puede lidiar con todo? ¿Cómo pudo ser tan desconsiderado con ella?
¿Como es que de pronto era tan irresponsable?
Dudó en hacerlo, pero finalmente la tomó entre sus manos, intentando reconfortarla.
—Yo... Perdón. No pensé en tí todo este tiempo y... — se calló un segundo —Perdóname.
Sólo él era el culpable por haberla puesto bajo tanto estrés. Por supuesto que estaba enojada con él, ahora lo entendía.
El silencio reinó por unos segundos, en donde observó a Alva acomodarse en sus manos. Por lo menos aceptaba ese contacto, si se alejara se sentiría aún peor.
—Solo... Me preocupas.— Alva recuperó su calma— No puedes dejar de lado todo solo por estar en una relación, sobretodo porque Norte no deja de lado el suyo, estoy segura.
No, no, no.
Era culpable de haber descuidado su relación con su amiga, mas no iba a dejar que pensara que Norte no hacía nada por él. No tenía nada que ver en eso, el guardián no tenía ni idea de que estaba descuidando sus deberes de tal forma.
—Espera, espera, no hagas eso. Norte ha sido muy atento conmigo. Ha adecuado su habitación para los dos, me ha dado una habitación dentro de su casa, incorpora cualquier sugerencia que le dé, y nunca, por más ocupado que esté, me deja de lado.
—¡Pues deja que él también se acomode a tu vida! Solo te estás moldeando a la de él, ¿qué hay de los días en que no puedas ir allá? ¿Su relación sólo... Dejará de existir? ¿Se separan hasta que puedas volver a ir? ¿Así va a funcionar?
Oh. Tenía un punto.
Pero el palacio... Siempre había sido un ambiente de trabajo para Jesper. Nunca antes había descansado ni relajado dentro de este, apenas podía tener privacidad, ¿cómo podría tener a Norte en ese lugar? Era básicamente una oficina, ¿que harían? No había ningún ambiente que no fuera dedicado al trabajo, no podrían siquiera tener una conversación.
—Aquí ni siquiera tengo un lugar para mí mismo, no tengo un hogar que ofrecerle.
Volteó a observar sus columnas, los pisos que se divisaban desde el pasillo en el que estaban.
—Pues haz los cambios que tengas que hacer dentro del palacio— La voz de Alva era suave, compresiva, y apreciaba eso, porque no lo merecía. No de ella —. Tampoco te vendría mal un área más privada que esa oficina tuya.
—Si, eso... Eso es una buena idea.
Alva se movió, y él abrió sus palmas para que pueda irse. La avecilla se elevó hasta su rostro, y antes de empezar a alejarse se frotó contra su mejilla de manera cariñosa.
—...¿Alva?— La mencionada, ya a unos metros de él, volteó en su lugar. Sus cejas alzadas, sin saber que más podría decir. —Busca avecillas que puedas entrenar como reemplazo. Te estoy exigiendo demasiado, no me gustaría matarte del estrés.
Era un chiste, claramente, pero podía pasar. Ademas, realmente quería ayudarla. aunque reduciría sus visitas a Norte, sabía que podría tardar en estas igualmente, y no quería poner a Alva bajo ese estrés durante todo el tiempo que tardase por temas personales.
—Por supuesto— sonrió ampliamente, maravillada —Gracias, Jesper.
—¡Una cosa mas!— Jesper se apresuró en decir antes de que Alva continuara con su camino—¿Considerarías... que te haga inmortal?
Podía hacerlo. Realmente podría hacerlo con todas sus aves, pero nunca le pareció correcto tomar tal decisión por ellos. Deberían tener la oportunidad de vivir su vida mortal, pues sabía que esta tiene un encanto peculiar. Quitarles eso sin más le parecía cruel.
—Bueno-...
—¡Piénsalo un tiempo!— La interrumpió— Necesito que lo pienses bien. Por favor.
—Claro.
Alva se encaminó hacia su área de trabajo usual, y la observó hasta que desapareció de su vista. Las aves a su alrededor, que pretendían ocuparse entre ellos desde que la pelea comenzó, esperaban ordenes y lo sabía, solo... Necesitaba unos momentos antes de continuar.
Sabía que era una decisión muy difícil de tomar, pero de verdad quería que Alva lo considerara.
Después de todo, ¿qué haría sin su segunda al mando?
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Jaks dudé mucho de este cap la verdad pero bueh, ya lo habia escrito y el siguiente me va a tardar sksksk
Quería escribir de la relación de Alva y Jesper, y de lo clingy que este Jesper es también sjsjs ojalá no los haya aburrido
Anyway por fin comencé ciclo, veremos como me va esta vez sjsjsj deseenme suerte¿
Welp! Hope you liked it!
PastTomorrow out!
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Espíritu de Paz ;; RotG , Klaus
FanfictionJesper está contento con su vida después de la muerte. Sin embargo, cuando conoce a Norte, se da cuenta que algo le hace falta a su vida. [Klausper]