El chico de Emilio

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Joaquín POV

Estaba seguro que tenía la misma ropa hacía siete años, cuando nos conocimos y me aterraba que mis padres supieran que era gay, todo cambio el día en que me subí a su motocicleta y me sentí libre mientras el viento golpeaba mi rostro. Había pasado mucho tiempo de eso, pero ahora ahí estaba frente a mi trabajo más grande hasta el momento y que valía la mitad de mi nota final, pensando en ese niño que mantuvo la atención de Emilio toda la noche.

No me acerqué a preguntarle quién era él, no era alguien precisamente celoso, pero sí cuestione a Nikolas sobre si le había dicho donde estaríamos, dijo que no. Ese lugar no era la clase de sitios donde te encontrarías a Emilio, amaba bailar y sabía mover sus caderas como pocos, pero nunca le gusto estar en cuartos abarrotados de gente, durante nuestro tiempo juntos las citas eran más bien a solas y en alguna parte alejada de la ciudad que había descubierto en sus viajes en carretera. Una parte de mí quería enviarle un mensaje para hacerle saber que lo había visto, quizás entonces me contara como llegó ahí, pero negué a hacerlo, si mostraba el mínimo de interés en su nueva relación lo tomaría como un indicio de algo más y no podía lidiar con eso de nuevo.

Sacudí mi cabeza para quitármelo del pensamiento y regresé a la pieza frente a mí, tenía colores que no se llevaban bien juntos, no había armonía en los trazos, ni en los tonos, parecía el dibujo de un niño pequeño en un enorme lienzo.

En la última revisión el profesor dijo que no se veía bien, esas habían sido sus palabras exactas, aunque en el fondo creía que era su forma educada de decirme que mi trabajo era una porquería. No era normal que eso me pasara, casi siempre sabía lo que quería y pintar se me daba por naturaleza, aparte de que con los años de estudio y practica había pulido mis habilidades, pero en este punto estaba cansado de intentar salvar la pieza, solo estaba agregando capaz una encima de la otra sin gracia alguna.

Iba a tener que comprar otro lienzo y comenzar de cero si quería salvar mi nota.

¿Se daría cuenta que el niño era tan parecido a mí?

Puse los ojos en blanco cansado de mis molestos pensamientos y me di por vencido, tenía hambre y sueño, iría a casa, cenaría algo y me iría a dormir. Guarde todas mis cosas, limpie los pinceles y salí del campus rumbo a nuestro piso, Niko iba a salir a cenar con su cita del sábado, por lo que el apartamento estaba solo cuando llegué, teníamos sobras de comida china en el refrigerador, pero tenía ganas de algo menos condimentado, por suerte el domingo después de despertar con la reseca de nuestras vidas, fuimos al mercado para llenar las alacenas y la nevera.

Prepare pollo con mostaza y vegetales, puse una serie en mi teléfono para verla mientras comía y justo cuando estaba por probar mi pollo, recibí un mansaje de Emilio.

Niko me dijo que estabas en el club el sábado. Te juro que no te estaba siguiendo, Roy propuso salir y solo lo acompañe.

Ni siquiera menciono al tercer individuo que estaba con ellos, iba a responder cuando llegó un segundo mensaje.

¿Estás ocupado el viernes? 

Voy a grabar en el estudio y quería invitarte.

No había estado en su estudio desde mi primer año en la universidad, cuando grabo sus primeras canciones, desde entonces me había invitado un par de veces, pero siempre terminaba pensando en él cantando una de sus letras más populares en la que hablaba claramente de nuestro primer verano juntos, era una bonita melodía y me perdí por completo en ella, hasta saltar a sus brazos apenas terminó de trabajar. Fue un bonito momento, nos besamos y fuimos a cenar a uno de sus lugares secretos, pero ahora todo era diferente.

Mi ExDonde viven las historias. Descúbrelo ahora