Disfruten el capítulo.
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—La administración en Europa entregará para fin de mes los informes de inicio, bla bla bla…
Dejó de prestar atención como a los cinco minutos en que su asistente entró a la oficina explicando los puntos importantes de la semana.
Decir que se encontraba contenta era poco, hacía una semana que Renata le había dado su aprobación para comenzar de nuevo y estaba más que decidida a comprometerse a ello.
Sí bien, su hermosa esposa seguía viviendo en casa de Ana, aún no se animaba a pedirle que regresara al departamento.
Pero no importaba, estaba segura que eso cambiaría pronto y mientras tanto, debía esperar para verla ese fin de semana.
Desde el día del partido en que habló con Romina y todo lo demás, no hubo tiempo de verla después. Necesitaba terminar algunas actividades del trabajo y ponerse al día con los deberes escolares que dicho en palabras de su rubia, eran interminables.
De alguna forma, puede que Renata la estuviera castigando sin verla todos esos días, pero valdría la pena. No se imaginaba la cena tan especial que tenía planeado invitarle esa noche.
—Y ahora, a esta ¿Qué le pasa? —preguntó Mónica a Javier cuando recién entraba a la oficina.
Suspiró resignado viendo a su jefa que no dejaba de sonreír a la nada.
—Desde hace cinco minutos dejó de prestar atención.
—mmm… —comprendió a que se debía, o más bien a quien—. No te preocupes, ya sé lo que sucede. Puedes retirarte.
Él asintió. Mónica se sentó sonriente en uno de los sofás de la esquina.
Era tan divertido ver a su prima con la cara de idiota enamorada, todo el día.
No la culpaba, cualquiera que tuviera a Renata como esposa estaría de igual forma.
Pero no sé tenía la misma suerte que ella.
Decidida, dejó caer unos libros en el escritorio que tomó de la estantería para llamar la atención de su prima.
Oh, al menos su enojo.
—¡Cuantas veces tengo que decirte que no me espantes así! —habló efusiva tratando de normalizar su agitado corazón.
—jajaja… es que, te cargas una cara de boba cada vez que te pones a divagar con tu mujer.
Sonrojada, la ignoró.
—Ya habrá tiempo para hablar —sonrió cómplice y se sentó a un costado—. Me dijo Javier que hoy te reunirias con Olivares.
—Si, necesito hacerle saber que este problema es más complejo de lo que imaginamos. Documentos desaparecieron y hubo fuga de material sin siquiera notarlo.
—Lo sé, y no se como no me di cuenta.
—Te dije que no fue tu culpa.
—Aún así…
—Lo mejor será hablar de esto con Olivares, si lo convenso de ayudar será menos perjudicial para nosotros. No quisiera despedir a gente por un error.
—Puede ser, al menos así evitaremos que nos demande.
—No creo que llegue a esos extremos.
—Quién sabe.
Su asistente interrumpió avisando que Rodrigo Olivares estaba en la sala de juntas esperando.
—Enseguida voy.
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3° Parte - La Amante Perfecta ✔️
RomanceBusca las dos primeras temporadas: 1. La Amante Perfecta 2. La Esposa Perfecta ____________________ Nunca sabes cuánto daño puede hacer una mentira, hasta que eres tú la que lo ocasiona. Por mucho tiempo cree un caparazón de protección y resulta q...