Un capítulo algo largo, disfruten y comenten. 😉
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—No te desanimes, sabíamos que esto podía pasar —mencionó Mónica mientras conducía a la mansión.
Por su parte la pelinegra no dejaba de pensar ¿De qué manera podía hacer para encontrar a alguien que pudiera ayudar a su hermano?
Pero por más que lo analizará no hallaba forma de hacerlo.
—Lo sé, debo de ser fuerte para él.
…
Pasaron al jardín trasero, cerca de la pequeña laguna se encontraba Mario sentado, leyendo un libro mientras esperaba la llegada de ellas. Silvana no quería ser quien diera la noticia de los resultados pero debía hacerlo.
Aunque muy en el fondo Mario deseaba que en alguna de ellas se diera el milagro de ser compatibles y asi, ponerle final a esa dura enfermedad, la realidad es que no podía ser todo fácil.
—Descuida, encontraremos a alguien más —habló Mario mostrando una sincera sonrisa —saben que ya estoy en lista de espera.
Veía en los ojos el sufrimiento de su hermana y a su vez como trataba Silvana de no hacerlo notar, pero era imposible para alguien como Mario no notarlo. La conocía y sabía cuánto le estaba costando mantenerse fuerte para él.
—Mis padres accedieron a hacerse las pruebas necesarias, tomara un tiempo en que puedan venir, pero están dispuestos a ayudarnos.
—Gracias, Moni.
Aún así, me preocupa el tiempo que ha transcurrido —pensó Silvana. Por mucho que los doctores lo tengan contemplado como prioridad el difícil camino de compatibilidad estaba de por medio.
—Lo conseguiremos, hermano —lo abrazó por sobre el hombro.
Él asintió como siempre sonriente.
***
—No lo sé cariño, me preocupa que no lleguemos a encontrar un donador a tiempo. Cada día que pasa, lo notó más… mal —mencionó la pelinegra mientras observaba las luces nocturnas del cielo desde la cama de su departamento.
—No dejes que esos miedos nublen tu mente. Sé que está situación es alarmante pero si comienzas a pensar en lo peor, lo único que conseguirás es dañar tú propia salud —subió a la cama una vez salir del baño, se cubrió con el cobertor pues era una noche fría la que caía en al ciudad. Abrazó el cuerpo de su mujer y le dió un tierno beso en los labios para luego reclinar su rostro a la altura de sus hombros.
—Es difícil, te juro que me siento inútil al no poder hacer nada más por mí hermano.
—Haces lo mejor que puedes para ayudarlo —la abrazó con mayor intensidad hasta que la pelinegra se tranquilizara—. No pierdas la esperanza, amor.
—No lo haré —volteó a verla atrayendola más a su cuerpo—. Eres tan hermosa, ¿Lo sabías?
—Bueno, si… pero que me lo digas tú lo hace más creíble.
—No habló sólo de tú cuerpo, es que… desde que te conocí esa personalidad con la que te expresas. Me muestras a una mujer valiente, sincera con un alma hermosa. Tienes siempre palabras para todo. Me quieres y te quiero —dejó un beso en su frente—. Enserio, no sé que hice bien para merecer todo lo que tengo contigo.
—Siempre eh sido así, no me gusta las injusticias y si tengo algo que decir trato de no guardarmelo —acarició con ternura su rostro—. Además, ya hemos hablado de lo que merecemos y no, así que deja de pensar así.
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3° Parte - La Amante Perfecta ✔️
RomanceBusca las dos primeras temporadas: 1. La Amante Perfecta 2. La Esposa Perfecta ____________________ Nunca sabes cuánto daño puede hacer una mentira, hasta que eres tú la que lo ocasiona. Por mucho tiempo cree un caparazón de protección y resulta q...