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Mirando a través de la pequeña ventana del avión fue que se preguntaron:

¿En que momento?.

¿En que momento pudieron más la lujuria, el deseo y el amor mal reprimido de años que todo lo vivido, que todo lo construido con otra persona?.

¿En que momento se dejaron arrastrar por cristalinos ojos llenos de tanta necesidad y amor?.

No lo sabían.

Ninguno de los dos lo sabían.

Solo sabían que todo comenzó con un encuentro fortituo en una de las regadores de la Universidad luego de una práctica matutina de natación.

Besos, abrazos, promesas de estar juntos por siempre pudieron y pesaron más que el saber que destrozarian a dos personas, ya habian perdido demasiados años en ocultar lo que sentían por el bien de otros, ahora era el turnó de ellos, ahora podían ser felíz, ahora podían liberarse de las cadenas, aquel encuentro debió ser el destino dándoles otra oportunidad.

Era correcta su elección.

-¿Verdad? -pregunto un Omega de hebras vino- esta bien, es correcto lo que hemos hecho ¿no es así? -

Su acompañante asintió sin variar su expresión.

-Tú me amas y yo te amo no hay más -aseguró-

Matsuoka Rin bajó la mirada.

-Ellos ... ¿Nos perdonarán? -

Nanase Haruka cerró por algunos segundos sus ojos, recordando una dulce e inocente sonrisa, limpia de toda malicia.

-Makoto lo hará -afirmó- ¿Yamazaki lo hará? -pregunto esta vez al Omega-

Él de ojos color rubi se concentro en una nube, recordando las esporádicas y diminutas sonrisas que el Alpha le regalaba, tan poco comunes que él las atesoraba.

-Si, Sousuke sabrá entender -aseguró-

Haruka y Rin sin saberlo, y quizás inconcientemente, se engañaban, sin saber las consecuencias de sus malas desiciones, sin saber que su huida solo lanzaría al momentáneo abismo a dos personas.

Pero eso a ellos en ese momento no les importaba.

Con una pequeña sonrisa él de hebras vino recosto su cabeza sobre el hombro del Alpha.

Su llegada a Nueva York tomaría aún algunas horas, que mejor que dormir sobre y junto a la persona que amaba.

Universidad - Rectorado.

Su cabeza solo asentia ante todo lo dicho en ese lugar, no podía ni alzar la mirada sin sentir como lo analizaban y murmuraban de él.

-Bien, eso es todo lo que quería decir -sonrió un Omega de edad avanzada- solo quería felicitar a su generación, específicamente a los de su aula -rio amablemente el hombre- se destacaron en cada una de sus actividades, me llena de orgullo saber que están a tan solo dos días de graduarse e incorporarse prontamente a Hospitales y Clínicas, felicidades futuros Doctores -

Tras varios aplausos cada uno fue saliendo, incómodo, Tachibana decidió por ese día dejar las clases e ir a nadar un rato antes de que le tocará ir a sus últimas pasantías, que más que eso era papeleo, más a medida que caminaba hacia dicho lugar dentro de la Universidad las miradas aumentaban.

-¡¡MAKOTO!! -grito alguién corriendo a toda prisa hacia él-

Él mencionado sonrió y alzó su mano.

-Kisumi, cuanto- -

-¡¿Estas bien?! -pregunto abruptamente él peli-rosa-

Él de ojos verde parpadeo confuso.

Tú Traición -SouMako-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora