El Poder De La Sangre (5-1)

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Telecomunicación

(Frank)

Ahora sí muero de hambre, me dirigo a la cocina y veo el desayuno que Patrick ha preparado, es pan integral, con crema de cacahuetes y mantequilla de almendras, sin duda está exquisito y para tomar ha hecho un batido de yogur natural con avena.

<<Joder, sin duda vale la pena quedarse aquí, si es él quien cocina>>.

Al llegar a mi apartamento, me doy un baño he intento alistarme lo más rápido posible.

Ahora me encuentro en la industria, me dirijo a la sección de la cafetería por un capuchino, abro la puerta, cuando veo a una chica bastante gorda asustarse al verme entrar.

-Carajo qué susto.

-Soy tan feo así-digo de una forma bastante bromista.

-No...no es por eso...solo...solo pensé que eras otra persona.

-¿Cómo quién?

La chica no responde y solo baja la mirada y me da la espalda para seguir comiendo unos budines acompañados de unos pedazos de dulces de chocolate y fresa.

-Vaya-digo sorprendido al verla, la chica me mira nuevamente algo apenada diciendo.

-Lo se, es un asco.

-No lo es-respondo de inmediato.

-Tal vez para ti no sea así, pero para ellos si.

-¿Ellos?...¿Quienes son ellos?.

La chica no responde, pero me doy cuenta que no está bien, así que intento cambiar de tema.

-Por cierto me llamo Frank.

-Angélica -responde la chica.

-Te molesta si me siento un rato.

-No claro...adelante-responde ella-quieres un poco-dice extendiéndome un budín.

-O...gracias.

Angélica se come otro pedazo de dulce, luego me mira y dice.

-Eres nuevo aquí verdad.

-Si, con este es mi tercer día.

-Y ¿En qué área estás?.

-En el de tecnología ¿Y tu?

-Telecomunicación.

-Increíble y ¿Que tal te va?

-Sinceramente como una completa mierda

«vaya, eso si no me lo esperaba»

-¿Por qué lo dices?

-Por mis compañeros...son algo difíciles de llevar.

-¿Son ellos los que te hacen sentir así?

-¿Así...como?

-Mal, Angelica...

-Claro que no...ellos...ellos-Angelica hace un alto y luego continúa diciendo con un nudo en su garganta-tengo que irme.

-Espera no.

Intento convencerla, para que se quede un rato, pero me evita y solo se va.

Para ser sincero, me hace sentir mal.

Tengo que hacer algo, yo...tengo que ayudarla.

El resto del día, me la paso con Patrick, le ayudo en lo que puedo y luego nos tomamos un descanso en uno de los cómodos muebles de cuero que tiene en su oficina.

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