Prólogo: Mi razón de Pelear

27 3 2
                                    

Una ciudad semi-destruida con combate que pareciera no tener fin.

¿Por qué estoy peleando?, ¿Cuál es el motivo de seguir luchando?, ¿Por qué lucho contra él?, ¿De qué me sirve ayudar a los que me odian?.

Esas fueron mis preguntas, mientras recibía un puñetazo que desafiaba las leyes de la física y yo lo devolvía con la misma potencia. Todo esto ocurría con una enorme catástrofe a nuestro alrededor, pero estábamos lo bastante ensordecidos con nuestras razones de pelear, que no escuchábamos nada a nuestro alrededor.

K: ¡¡¡Baaaalt!!! – gritaba mientras concentraba la fuerza en el puño

Balt: ¡¿Crees que eras capaz de proteger a los que te dieron la espalda?! Eres igual de hipócrita que ellos e incluso puede que más – Gritando con arrogancia mientras sostenía el puñetazo que estaba por ir a su cara.

Esas palabras resonaban constantemente en mi mente. No podía dejar a Balt caer en el abismo de poder, que estaba por conocer, sin embargo ¿quién soy yo para evitar que caiga en un poder que yo mismo tengo?.

Hay razones suficientes para evitar que otro caiga en un error, pero primero esa persona tiene que haber cometido algo similar. A su vez, para que eso ocurra tiene que saber como solucionarlo y si vale la pena que esa persona cometa o no ese error para arreglarlo.

Yo sé que no vale la pena, también tu error tiene que ser lo bastante fatal como para no dejar que alguien aprenda de esa manera.

Ignoré todo a mi alrededor, mis amigos y familia porque me abandonaron a consecuencia de que yo los abandoné, sé que es mi culpa y no debería de hacer que otro como yo, haga lo mismo.

Todo esto es un lamento, lamento no haber estado ahí antes, que no pude ir en su ayuda a tiempo, de no ser el héroe que necesitaban o querían, no obstante algunas veces quería serlo, pero no lo fuí cuando más lo requerían, ya que no tenía el valor para hacerlo.

Sé que nadie entenderá esto, puesto que para eso deben conocerme mi historia, de como me convertí en lo que soy ahora así también como todo este lamento es solo una de las tantas razones por las que peleo. Esta es: mi razón de pelear.

Proyecto UpgradeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora