Contaba los días de mi asquerosa vida.
Cansado de las personas que me rodeaban.
Deseando solo desaparecer.
Nada tenia sentido. Nada valía la pena ahora.
Problemas con mi familia era lo único que venían.
El colegio era un martirio. Tener que soportar las humillaciones por parte de mis compañeros me estaba cansando.
Cerrar los ojos. Cerrarlos y nunca mas abrirlos.
Las marcas en mis muñecas eran mas profundas.
La sangre corría de mis brazos. Mis lágrimas rodaban por mis mejillas.
Mi aliento se apagaba. Mis ojos se cerraban. La sangre fluía de manera abundante.
Nadie estaba a mi lado. Nadie a quien preocuparle. Solo era yo y mi mente perversa.
No pertenezco aquí. No mas.
Decidí terminar mi vida. Decidí enterrar mi pasado. Decidí morir.
Mi vida se apagaba.
Solo había oscuridad.