Mis ojos se abrieron lentamente.
Una habitación en blanco.Me preguntaba donde estaba.
¿Habia muerto?
Mis párpados se hacían pesados. Mi cabeza dolía. Mi corazón dolía.
Un ardor en mis brazos y muñecas. Baje la mirada. Estaban vendadas.
¿Que hacía aquí?
Mis labios estaban resecos. Mi aliento era agrio.
Mi piel estaba fría. Mas pálida de lo normal. Mis manos temblaban.
La puerta de la habitación se abrió. Un rostro desconocido albergó la habitación.
-¿Como te sientes Gerard? -
Preguntó. Ja! Como si le importara...
-veo que no tienes ganas de platicar. -
Dijo el tipo sentándose en la silla que estaba a lado de la camilla.
-¿Quien eres tú? -
Pregunté.
-He venido a salvarte Gerard -
Sonrió...