Esta no era mi casa. Esta no era mi habitación.
¿Que diablos hacia aquí?
Miraba cada rincón del departamento.
-Esta sera tu habitación Gerard-
Dijo señalándome una puerta blanca.
-No, no ¡no!-
Lágrimas corrían por mi cara.
¿Mi familia? ¿Se habían olvidado de mi? ¿Donde estaba?
Unos brazos rodearon mi espalda.
-Tranquilo cariño, yo te cuidare-
No entendía nada. Ni siquiera sabia el nombre de este tipo.
-¿Donde están mis padres? -
Pregunte tomando sus manos.
-Ellos no te merecen-
Rodeándome con sus brazos, descanso su cabeza en mi cuello.
Mi corazón se agito. Sus labios besaban los míos.
Mi vida tomaba sentido.