Pokemon la Región Zero

Vamos a la Cueva

Cuando los chicos llegaron a la cabaña, encontraron al señor Braun muy nervioso, al parecer estaba armando una mochila para salir de viaje, pero no se decidía sobre que llevar. Geralt se acercó a preguntar que hacía a lo que él contestó.

 -Se suponía que hoy debía llegar tu madre, pero ya es casi medio día y todavía no llega. Ella siempre aparece temprano en la mañana, temo que algo malo le haya pasado, así que voy a buscarla.

-Oye pa, tranquilo. Tampoco ha pasado tanto tiempo, quizás tuvo un retraso, no es para tanto.

-Pero cuando se retrasa siempre envía a su pidgey a avisar para que no nos preocupemos, aún no llega nada.

-Eso no significa que le ha pasado algo malo, puede haberse retrasado y al pidgey le pasó algo durante el viaje, tal vez se detuvo a comer... O algo se lo comió a él...

 Ante esta última idea puso una cara de preocupación. No es común que los pokémon entrenados sean comidos, pues normalmente son más fuertes y veloces que los salvajes, pero siempre estaba esa posibilidad cuando se dejaba a un pokémon solo. Si esto ocurría no habían quejas, era simplemente la ley de la vida, pero eso no impedía que se sintiera tristeza por el compañero perdido.

 -De acuerdo pa, hay que ir a buscar a mamá, pero iré yo, tú te ves demasiado alterado para ir.

-Pero, puede ser peligroso, no sabemos qué le pasó a tu madre, podría haber sido atacada por algo, no puedo dejarte ir solo.

-Por favor papá, ya tengo 18 años, no soy un niño pequeño al que se tenga que cuidarr. Que yo vaya solo es tan peligroso como que tú lo hagas, de hecho para mí es más seguro. Conozco las cuevas de esa montaña a la perfección, he ido con mamá muchas veces y si te preocupa tanto, puedo ir con Shell.

-Y yo también voy -agregó Gray con decisión.

 A todos les llamó la atención esto, no era común que Gray manifestara algún deseo o se emocionara por algo, y él parecía estar muy deseoso de ir. Por supuesto si Gray iba, Carmín no iba a ser menos, no podía dejarlo solo con Shell.

 -Bueno -dijo el señor Braum- si van todos supongo que estarán bien. De acuerdo, vayan ustedes a buscar a Clover, pero ante cualquier problema, envíen a algún pokémon a pedir ayuda por favor.

 Decidido esto, se dispusieron a preparar sus cosas para ir. La montaña estaba a medio día de viaje, aunque Geralt tenía un plan para ahorrar tiempo, iba a utilizar a su ónix como medio de transporte. Una vez listos, Gray llamó a sus pokémon para que partieran, pero Demon manifestó su deseo de no ir.

 -pi pi pichu pika pika chu chu (Yo me quedo, no me gustan las cuevas) pikachu pi pikachu chu chu pikapi, pikaka pikachu pi (además, la canción que está sacando el hombre grande de tu libro se me hace familiar y quiero saber porqué).

-¿Eh? -Gray estaba sorprendido- ¿La canción misteriosa de mi enciclopedia pokémon también tiene que ver contigo?

-Parece que todo tiene que ver con tu pikachu -dijo Geralt- la canción, tu umbreon, tu sueño...

-¡Ah el sueño! -exclamó de pronto Carmín- Gray había olvidado decírtelo, el hombre de tu sueño, creo haberlo visto en algún lado -Demon posó sus ojos en ella y las chispas comenzaron a brotar de sus mejillas- pero no recuerdo bien donde, no estoy segura si era en un grabado, en un dibujo o en una escultura, pero en algún lado lo vi, ya me acordaré.

 Demon lanzó un suspiro de decepción al escuchar esto y volvió a su habitual indiferencia retirándose dentro de la cabaña, en esto Geralt liberó a su onix.

 -Bienvenidos a transportes onix, todos a bordo que vamos a partir.

 Gray no dijo nada y subió al pokémon sin problemas, luego Geralt tomó de la mano a Shell y la ayudó a subir sentándola delante de Gray, Carmín le pasó la mano para que también la ayudara, pero en vez de esto, la tomó en brazos y la subió él mismo, a pesar de las protestas y pataleos de la muchacha, logró colocarla delante de Shell.