Introduciendo a Myoui.

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Sus curvas unidas a su seductora elegancia y a su rostro picaresco hacían de ella la mujer más atractiva. Y obviamente ella era consciente de ello. Su belleza era su mejor baza para lograr sus objetivos. Con ella había logrado engañar a los más intelectuales y cautivado a los más prudentes. Nadie podía resistirse a ella la gran Myoui Mina. Por algo se trataba de la espía más apreciada de la mafia Shinobu.

Mina tenía todo cuanto quería estando en la mafia: dinero, respeto, poder e incluso su propia libertad. No necesitaba más. No precisaba de romances ni de cosas tan ambiguas como la felicidad, pues hacía tiempo que había dejado de creer en ellas. A lo largo del tiempo que llevaba en aquel mundo había comprendido que la humanidad estaba sobrevalorada, todos eran propensos de caer en la tentación y traicionar sus ideales y a quienes apreciaban a cambio de aspiraciones banales. Sería una ilusa si creyese en la existencia de algo tan absurdo e irreal como el amor. No, Mina no creía en ello y así le había ido bien.

La vida en la mafia era cómoda. Está bien, había tenido que acostarse con hombres y mujeres para conseguir sus propósitos, pero para ella el sexo sólo era un trámite, e incluso a veces podía permitirse el lujo de disfrutarlo. La vida estaba bien. ¿Qué importaba si otros pensaban que ella era fría cuando podía obtener cosas con las que ellos no podían ni soñar? No podía negar que a veces se metía en su papel de actriz y llegaba a crear una máscara perfecta, pero nunca logró sentir aquello que fingía.

Incluso siendo conscientes de su actuación, no eran pocos los compañeros que suspiraban por ella. Ella los ignoraba, no existían ese tipo de lazos. Sabía que en ese caso la diversión no debería involucrarse, el jefe no lo toleraría. Aunque sería una hipócrita si no admitiese que en más de una ocasión estuvo a punto de sobrepasar los límites con aquel rubio al que todos admiraban. No se sabía su nombre, ¿para qué? No lo necesitaba, podría tenerlo con tan solo una mirada.

Sí, Mina, con o sin máscara, no pasaba inadvertida. ¿Y el motivo de su personalidad? Nadie lo sabe. Corren muchos rumores acerca del origen de su distintivo temperamento pero ni el don de la mafia sabía la procedencia de aquella muchacha. Lo único que contaba es que llevaba dos años de fiel servicio que habían triplicado los beneficios, además de que la preciosa japonesa sabía lo suficiente de medicina como para curar a sus compañeros heridos o simplemente alargar la vida de aquellos que estaban condenados a morir torturados tras haber confesado, y eso que era más que suficiente.

Aquella noche de invierno la joven espía tenía guardia. Normalmente eran noches tranquilas que ella aprovechaba para leer y adentrarse en otros mundos donde los sentimientos podían existir, mundos ficticios, pero en esta ocasión tuvo que interrumpir su lectura para cubrir las goteras que estaba evidenciando la lluvia. Una vez que colocó todo procedió a continuar su lectura, pero se percató de que había cometido el error de no poner a buen recaudo aquel libro, estaba empapado. Una lástima, la novela estaba realmente interesante. Esperaba que con un poco de suerte al secarse no se hubiese destrozado demasiado para poder seguir leyendo, pero mientras tanto no le quedaba otra que buscarse otro entretenimiento, la noche era larga y aún le quedaban muchas horas. Una sonrisa se dibujó en su rostro. El violín.

                                        🐧🐧

Fue complicado pero finalmente lo habían logrado. Se había resistido mucho más de lo que imaginaban, pero el factor sorpresa supuso una ventaja inevitable. A pesar de ello y de la mayoría numérica habían tenido que dispararle para poder reducirla, algo que el jefe les pidió que no hiciesen, pero era un mal menor comparado con el éxito de la misión. Apesar del aspecto de la chica no podían juzgarla por eso, tenía movimientos demasiado rápidos y era muy ágil. Era una joven que jamás pensarías que estaría involucrada en ese mundo. Tenían que atacarla si querían conseguirla además ella también había herido al mejor de sus gánsters, así que visto de una forma poética podría considerarse un pequeño ajuste de cuentas, ojo por ojo.

La metieron en el maletero y se pusieron rumbo a la guarida. Por suerte esta noche estaba la chica sexy que entendía de medicina así que no había ningún problema en que la "mercancía" llegase en tal mal estado, un par de cuidados y podrían explorarla.

Para cuando llegaron había perdido bastante sangre, quizás debieron ser más suaves, ahora tendrían que esperar unos días para poder torturarla. El rubio herido ordenó a sus dos compañeros que la arrastrarán dentro mientras él iba a qué Mina le curará sus heridas. Ya estaba perdida la noche de interrogatorio así que esa chica podía esperar para ser atendida.

La chica herida creyó estar en el cielo cuando escuchó aquella melodía musical. Hizo un esfuerzo para abrir los ojos y comprobar si seguía con vida, pues lo último que recordaba era aquella emboscada. Quiso estar muerta para disfrutar de ese paraíso, pero luego se percató de que ella jamás podría haber acabado allí. No, tenía que estar viva, su destino en muerte no podía ser otro que el infierno, y ahora en vida era consciente de que también iba a ser ese mismo destino.

La metieron en una habitación estrecha, sin ventanas y con una puerta de hierro que confirmaba que no iba a poder salir sin ayuda de allí. Al menos había un delgado colchón en el suelo, aunque estaba tan mugriento que no terminaba de ser un aspecto reconfortante. Debía acostumbrarse, lo más probable es que nunca saliese de ese lugar.

                                         🐧🐧

— Hermosa melodía.

Ella ni siquiera se molestó en levantar su mirada. Sabía que era él. Esta vez habían tardado más que de costumbre pero no era asunto suyo interesarse en el motivo de su retraso.

Esa indiferencia era lo que más le cautivaba a él. Nunca se le había resistido una mujer hasta conocer a Mina. Había estado cerca de conseguirlo, pero nunca llegó a pasar. Tal vez tuviese que empezar a hacerse a la idea de que ella jamás lo haría, pero eso no quitaba que pudiese conformarse con mirarla. Era tan hermosa.

— Necesito tu ayuda, hemos tenido un "pequeño" percance – Mina notó el énfasis en la palabra "pequeño" pero eso ni la inmutó. Cuando el rubio estuvo a punto de volver a decir algo ella dejó de tocar bruscamente y por fin le devolvió la mirada.

Se sorprendió al encontrarle herido aunque sus ojos no expresaron sorpresa alguna. Sin hablar fue por el botiquín, y él simplemente se sentó para ser curado.

— ¿Quién te ha hecho estas heridas?

— ¿Estás preocupada por mí? – dijo con un tono seductor.

— En absoluto – el rubio mostró decepción — Quien te las haya hecho debe ser bueno, y teniendo en cuenta que tú también lo eres... debe ser muy bueno.

— No te preocupes, vas a tener que curar sus heridas también así que tendrás el honor de conocerla.

— ¿Conocerla?

Se dio cuenta de que por primera vez había logrado despertar el interés de la chica de cabellos rojizos. Lástima que no fuese para lo que él quería, pero menos era nada. Se levantó y con un gesto le pidió que le acompañara hasta el cuarto donde la tenían encerrada. No iba a conseguir cambiar nunca la personalidad de Mina así que prefirió desistir e ir directamente al grano, tampoco podía confiarse y esperar que la chica aguantase viva sin haber sido examinada previamente por Mina.

No supo reconocer la sensación que experimentaba al esperar mientras él abría la puerta, ¿expectación quizás? Cuando abrió pudo verla sentada con la espalda apoyada en la pared, no estaba inconsciente pero parecía delirar. Al igual que el rubio, estaba totalmente empapada, aunque en su caso se figuraba que también había una importante cantidad de sudor que mojaba sus cabellos negros.

— ¿Quién es? – la intriga que despertaba aquella muchacha en ella era más que evidente.

— Im Nayeon, una gánster del bando de Yakuza.

     🐧🐧

¿Volvi? La cuarentena me dejó aburrida y quise subir de nuevo las historias, espero que se encuentren bien, ahora aquí una pregunta ¿Cómo prefieren las actualizaciones?

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Recordatorio: eres una persona muy linda ♡

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