Something I need | ♡ MINAYEON ♡

Encontrando a Im

Apenas eran las cuatro de la madrugada cuando las dos chicas estaban terminando de empaquetar provisiones de última hora. Habían decidido partir antes del amanecer para poder aprovechar la oscuridad en su salida del almacén y para asegurarse de que no tendrían ninguna visita inoportuna. La última llamada de Somin había impacientado a Mina, pues sabía que la castaña sería capaz de presentarse allí con tal de fastidiarla más aún. Sus nervios eran bastante patentes, ya se había roto dos vasos sin querer y en más de una ocasión había confundido las bolsas en donde guardaban las cosas. Nayeon quiso tranquilizarla, e incluso le planteó si quería olvidar esa idea suicida ahora que aún estaban a tiempo, ya que creía que los nervios de Mina se debían a la posibilidad de ser pilladas, pero la pelinegra estaba equivocada. Mina palidecía por momentos porque sabía que para ganar tiempo para poder salir del país iba a necesitar mentirle a Nayeon durante varios días más. Tendría que mantenerse en contacto con Somin, y para ello iba a necesitar el móvil que la pelinegra le había quitado el día anterior de las manos. Si rompía el contacto, Somin se daría cuenta de que algo iba mal, y con su relación no tardaría demasiado en acusarla de traición y poner a todos los hombres del bando Shinobu en su búsqueda. No tenía otra opción, tenía que seguir contactando con ella sin que Nayeon se diese cuenta y fingir que todo iba según lo planeado... ¿Y si le decía la verdad antes de salir? Aún estaba a tiempo... Pero ¿y si al hacerlo la pelinegra se negaba a escapar? No, no podía arriesgarse, tenía que sacarla del país como fuese. Eso sí, se juró a sí misma que una vez que Nayeon estuviera a salvo le contaría la verdad... Y rogaría por su perdón y su comprensión. Qué irónico que Myoui Mina, que tan solo un par de meses atrás era conocida por su increíble habilidad de pensar en frío ante las situaciones más problemáticas, hubiese acabado en una situación como esa. Las emociones se le habían desbordado en cuanto ella conocía y la habían bloqueado en cosas que antes le salían con plena naturalidad. Ya no estaba segura de hasta qué punto podía fiarse de sí misma a la hora de tomar decisiones. Tenía la sensación de que no paraba de cometer errores con Nayeon, y en vez de arreglarlos los iba acumulando. Temía el día en el que todos esos errores cayesen sobre ella... ¿pero cómo podía calmar el caos que se había introducido en su vida con la entrada de Nayeon? Ni siquiera estaba segura de querer erradicarlo. No, claro que no. El caos había logrado revivirla. Nayeon la había devuelto a la vida.

- Creo que ya está todo.

- ¿Eh?

Nayeon la miró con ternura al darse cuenta de que su voz la había sacado de sus pensamientos, aunque se alegró de ello, seguramente los nervios la estarían jugando una mala pasada. Era raro que siendo espía le pasara aquello pero claro, por lo poco que le había contado Mina sobre ella siempre había actuado sola. Es mucho más fácil desvincularse de todo cuando se está solo, no tienes que preocuparte de nadie más. Entonces... ¿Sus nervios eran por ella? No podía negar que eso le enternecía el corazón. No sabía que le daba esa chica pero la tenía a su total merced.

- Dije que ya está todo – lo pronunció de manera comprensiva.

- Ah, okay. Perfecto... Será mejor que salgamos ya, ¿has ido al baño y esas cosas?

- ¿Al baño?

- ¿Acaso no es lo típico que suele hacerse antes de un viaje? – Mina parecía recuperar algo más de estabilidad.

A Nayeon le divirtió su respuesta.

- Creo que mi vejiga podría aguantar un VIAJE de una hora pero okey, si te quedas más tranquila iré al baño – le dijo con sorna. Le gustaba que Mina recuperará los papeles.

- Mejor prevenir, que luego me suplicarías por parar en una gasolinera y ¿qué haríamos? Cualquier dependiente se fijaría en mi belleza... 

- Arrogante... - su intento de burla no fue capaz de ocultar la sonrisa que tenía, lo cierto es que Mina no pasaría desapercibida precisamente.