capitulo 31

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Pasaste por mi otras historia en chinga.















Narra Issei

Era un nuevo día, algunos rayos del sol de filtraban por las cortinas que se mecian por la suave y refrescante brisa de la mañana, abría mis ojos lentamente al mismo tiempo que mis otros sentidos también despertaban, con un bostezo comienza mi día, me quedé unos momentos acostado, podía escuchar a personas que estaban de caminando, seguramente al trabajo, la escuela o alguna actividad que tengan que hacer, gire mi cabeza para observar mi habitación o bueno la habitación que comparto con mi novia que se encuentra dormida junto a mí, su suave y sedoso cabello azúl y su mechón de color verde, su suave piel crema, sus ojos castaños que un que estén cerrados en este momento siguen siendo igual de hermosos, su figura perfecta, sus curvas en los lugares correctos y de forma correcta,  su pecho que no era ni muy grande pero tampoco era pequeño, era perfecto, su obdomen plano que no están tan marcado, firmé y redondo trasero, sus piernas que le vuelven loco, ya no soy el pervertido de antes, pero sería un idiota si solo ignorara lo hermosa que es.

"Xenovia, es hora de despertar"

Después de despertar a Xenovia, nos alistamos para ir la escuela, el desayuno fue simple, nos despedimos de mis padres y salimos de la casa, en el camino me llegó en sentimiento que algo está mal, pero no logro saber que, las clases fueron como siempre, nada sobresaliente, todos en el club estaban igual, nadie cambió, al parecer solo fue mi imaginación después de todo, pero sigo sintiendo que algo no está bien.

Narrador chingo (osea yo)

El lugar era un caos, trosos de piedras, manchas de sangré, espadas que sobresalen del suelo, rastros de quemaduras, un martillo gigante con algunos gravados en el, este era el paisaje donde se estaba librando una pelea, ¿Con quién? Bueno, con un Dios, pero no cualquiera, El Dios de la mitología Nórdica, El Dios del engañó, "Loki"

Explociones, metal chocando contra metal, gritos de irá, risas, gritos y sollozos de dolor y tristeza, se escuchaba por el lugar.

Al pie de una colina pequeña hacia el cuerpo de Issei, el Sekiryuutei que de decía que era el más fuerte, sobre el, sobre su pecho, Xenovia estaba inclinada llorando, aferrándose al cuerpo de su novio mientras lloraba, no le importaba que su ropa se manchara de sangré, ya simplemente no importaba, ella solo quería que el despertará, que le dijera que todo estaría bien, el se levantaría y le daría una paliza a ese maldito, no solo a él, a la nekomata de la brigada de caos también, cuando la volviera a ver ella lo pagaría, pagaría por hacerle esto a su novio.

Narración Issei

Dos días, es el tiempo que ha pasado y cada vez el mal presentimiento de hace más fuerte, no se porque, pero tengo la necesidad de despertarme, pero estos despierto.

Últimamente todos andan muy raro, se me quedan viendo, sus miradas fijás, como si esperarán algo de mí, pero ¿que? ¿Que esperan de mi?

En este momento estoy en la azotea del la escuela, mirando el cielo azúl y su sol negro.

"¿Negro? Se supone que el sol el como de un color naranja o amarillo, no negro"

Me levanté deprisa y baje las escaleras, corrí por toda la escuela buscando a Xenovia o algún miembro del club, no encontraba nada, solo quedaba el salón del club, corrí lo más rápido que podía, al llegar tire la puerta de una patada, todos estaban ahí, me oblige a mi mismo a calmarme, tome varias respiraciones profundas, por fin me calmé, todos me miraban como si fuera algo raro, lentamente me acerqué a Xenovia hasta estás a unos pies de distancia.

"¿De que color es el Sol?" Le pregunté, esperando a que dijera que era amarillo o naranja.

"I-Issei, cálmate por favor" Dijo en un intento de que me calmara, pero no estaba funcionando.

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