Perseo Avenger [PJO] Remastered

Percy Alter

Aviso: Esto solo es relleno, puedes saltarlo si lo deseas. 

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¿Dónde estoy?

Era la pregunta que rondaba en la mente de Percy, parecía estar flotando en un vacío. Su mirada estaba perdida.

¿He perdido?

Mordió su labio inferior fuertemente, había perdido su oportunidad. La oportunidad que tanto había anhelado desde hace años, una oportunidad para poder tener aquello que le había sido arrebatado.

Sus ojos se enfocaron en algo que estaba a lo lejos, abrió los ojos totalmente sorprendido.

¡¿Eso eso?!

Sin pensarlo dos veces, se estiró lo más que pudo mientras trataba de alguna manera impulsarse para llegar a su objetivo. A sus ojos faltaba poco para llegar.

Ya casi. Puso aún más energías en su acción que ahora eran desesperadas, por fin tendría su sueño cumplido.

Detente

Una voz fría pudo ser escuchada en aquel vació, pero eso no pudo importarle menos a Percy quien seguía intentando alcanzar su objetivo.

Ese es el santo grial.

La emoción invadió el cuerpo de Percy y lágrimas amenazaron con bajar por sus mejillas. Sus intentos se volvieron aún más desesperados. Una sonrisa esperanzada se dibujó en su rostro.

~Annabeth~

Como dije, detente al respecto

Una mano se posó en su hombro haciendo que se detuviera y su sonrisa desapareciera siendo sustituido por una mueca llena de enfado.

"¿Quién eres? No te metas en mi camino"-. Percy se dio la vuelta para enfrentar a aquel que le había detenido.

Su rostro cambió de enfadado a sorprendido. No podía creer lo que sus ojos estaban viendo. 

"¿Quien eres, preguntas?"

Frente a él se encontraba otro Percy... Uno que parecía ser más maligno.

La armadura de ese Percy era completamente negra. Su cabello se seguía manteniendo de color negro, sus ojos se mantenían cerrados.

"Eso es algo... Que debe ser obvio al verme"

El otro Percy abrió sus ojos, aquel color de ojos que tanto lo llegó a caracterizar (verde azulado) se había perdido. Ahora eran de color dorados, un color de ojos que le recordó a Cronos. El otro Percy mostraba una sonrisa tanto arrogante como maligna.

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Todo estaba en silencio. El cielo nocturno era iluminado brevemente por las pocas estrellas que había aquella noche, una noche en que dos de los héroes griegos más fuertes que existen se enfrentarían, aunque no había manera alguna de poder saberlo para estar preparado.

Mi servant era de clase Saber, pero algo había pasado. No estaba seguro acerca de eso, de un momento a otro fue engullido por una extraña sustancia o quizá era un ser y realmente quería recuperarlo. Era un servant melancólico y justo, hubo un momento en que salvó a un niño de ser golpeado por otros, pero no entendía realmente por qué motivo lo había hecho.

No conocía su historia, no conocía su nombre, no sabía nada de él pues nunca quiso contarme nada ni siquiera el porqué deseaba el santo grial, ¿Cómo sabía que era griego? Fue lo único que me dijo de él. Sin embargo, todo eso lo volvió emocionante. Ninguno de los otros master o servants conocía al mío, y con ello tenía una gran ventaja que debía de aprovechar.

Sin embargo, una extrañeza había sucedido. Ahí estaba mi servant de nuevo, pero parecía haber cambiado de manera significativa, apenas lograba comprenderlo.

Conservó parte de su apariencia pues seguía mostrando un cabello negro azabache, su complexión física se mantuvo, pero sus ojos alguna vez de una tonalidad verde azulada habían cambiado, ahora eran de un color dorado. Su vestimenta cambió a una armadura de color negra.

Extendió su mano derecha a su costado y su espada comenzó a materializarse. La hoja que antes había sido de color platino brillante ahora era completamente negra con detalles rojizos en ella. La empuñadura era de cuero negro y una empuñadura plana remachada con clavos dorados.

Si antes ya lograba ser intimidante, ahora no había nadie que se atreviera a jugarle una broma o ha decir lo contrario. Trague en seco, no sabía si podía seguir dándole órdenes o no y no tenía deseos de siquiera intentarlo.

"¡No, Berserker!"-. Escuché un grito no muy lejos de ahí. Vi como otro servant daba un gran salto. Heracles.

Una pelea entre servants estaba por comenzar. Tenía que apoyar a mi servant. Eso estaba claro, ¿No? Aún así, en estos momentos no podía siquiera considerar la idea de estar del lado de él.

Podía sentir maldad dentro de lo que fue alguna vez mi servant, no quería admitirlo, pero... Sentí miedo.

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