Perseo Avenger [PJO] Remastered

Dolor

Percy mantenía una mirada fría en dirección a la diosa de la sabiduría. Por otro lado, Atenea sabía que el hijo de Poseidón había cambiado radicalmente. Las pocas veces que había visitado el campamento, lo había visto al lado de su hija mostrando una sonrisa radiante y el Percy de antes ya no se parecía en nada al actual que desprendía una enorme sed de sangre.

Frunció el ceño sin despegar su mirada de Percy.

"¿Qué le ofreciste a Némesis?"-. Preguntó Atenea mirando seriamente a Percy quien inclinó un poco la cabeza hacia un lado.

"¿Por qué debería responder a ello? Lo único que debes saber. Es que te haré pedazos, Atenea"-. Girando un poco su muñeca hizo que su espada siguiera los movimientos.

Sin esperarlo, Percy se lanzó contra Atenea que fue por sorpresa y solo vio como Percy blandía su espada.

Percy aún recordaba aquella charla con la diosa de la venganza, Némesis. Recordaba aquel día en que volvió a sentir dolor después de la muerte de Annabeth, recordaba cada maldita palabra que salieron de ella.

----------

Unas semanas habían pasado desde la muerte de Annabeth y del escape de Percy, ahora este se encontraba sentado en la arena de la playa de Santa Mónica mirando tranquilamente el vasto océano, disfrutando de la brisa nocturna que le proporcionaba. Su mente fue invadida por memorias como si los destinos considerarán que aún no había sufrido lo suficiente, recuerdos de aquellos días en los que pensaba inocentemente que todo se arreglaría fácilmente. Recordando el como Annabeth, Grover y él llegaron a esa playa a petición de su padre en su primera misión.

Aquel momento en que recibió las perlas (regalo de su padre) con las cuales podría salir del inframundo sin ningún problema. Las memorias de todas sus aventuras que vivió junto a Annabeth llegaron a él.

En ese momento, tenía ganas de llorar. Había perdido a Annabeth poco después de escuchar a su familia decir que solo sería un peligro para la familia que ellos estaban formando, sentía un gran dolor en el fondo de su corazón y por eso mismo había desaparecido. Sabía que alguien hablaría con su madre y lo obligarían a ir con ella, actualmente no deseaba volver con ella y que más recuerdos dolorosos lleguen a él. Tan solo quería escapar de todo.

Percy estaba planteándose seriamente sumergirse en el Río Lete y olvidarse de todo.

"Pareces deprimido, Perseo"-. Percy escuchó una voz femenina detrás de él.

Al girarse para saber de quién se trataba sintió que por unos momentos su ira brotó, vio con furia aquel rostro que odiaba por completo. Ojos grises y cabello negro, se vio tentado a sacar su espada y atravesar a aquella mujer en ese momento, pero logró controlarse pues se dio cuenta de que no se trataba realmente de quien él pensaba.

"¿Qué haces aquí, Némesis?"-. Preguntó Percy con voz grave regresando su mirada al océano.

Némesis simplemente caminó hasta quedar parada junto al semidiós. Percy ni siquiera se molestó en mirarla o siquiera intentar entablar una charla amistosa con ella.

"Me he enterado de que tu querida novia fue asesinada por su propia madre"-. Percy tuvo que resistir los impulsos de levantarse y comenzar a golpear brutalmente a la diosa, y su apariencia no ayudaba mucho a contenerse.

Al parecer era cierto de que Némesis solía adoptar la apariencia de la persona a quien más odias en el mundo y para mala fortuna de Percy, Némesis se parecía a Atenea.