𝑴𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒂𝒔 𝒎𝒂́𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒇𝒍𝒐𝒓𝒆𝒔. // 𝑪𝒉𝒂𝒏𝑩𝒂𝒆𝒌.

9

-Mira bebé, aquí es donde tendrás que trabajar a partir de hoy.

El pequeño de 10 años mira a su madre curioso y sin saber porqué se encontraban en ese lugar.

Pero fuese cual fuese el motivo, BaekHyun siente un escalofrío recorrer su pequeño cuerpo al observar cómo un montón de señores se encuentran bebiendo, fumando y riéndose de manera tan escandalosa y desagradable por todo el lugar.

Aprieta con fuerza la mano de su madre y se ve obligado a caminar a su lado en cuanto ella se dirige a la barra del lugar. Sus pequeños pies tropezando uno con otro debido a la velocidad con la que la mujer camina.

-Ey, Minzy. -Saluda. La mujer al otro lado de la barra detiene su labor de servir un par de copas y le mira, divertida.

-Vaya, qué sorpresa. -Habla con notorio sarcasmo. - ¿Por qué traes a tu hija?

Mira al pequeño castaño, quien hace un pequeño mohín debido a que nuevamente está siendo confundido con una niña, no sabe cuántas veces le ha pasado lo mismo. Su madre suelta una carcajada, divertida.

- ¿Hija? Es un niño. -La otra mujer se muestra sorprendida.

-Oh, parece niña.

-Lo sé, es algo repugnante, ¿no?

BaekHyun baja la mirada al escuchar aquellas palabras que desgraciadamente no es la primera vez que escucha de su progenitora.

No sabe por qué, pero desde que tiene memoria, su madre siempre le repite que es vergonzoso que tenga una complexión tan delicada a tal grado de parecer una niña y que esperaba no resultara ser un maricón.

BaekHyun no sabe qué significa esa palabra pero supone que es algo malo si su madre le dice que no tiene que serlo con aquella expresión tan fea en su rostro.

-Sin embargo esta vez me sirve que parezca niña. -Su madre lo jala de la mano, colocándolo enfrente de su amiga. - ¿No crees que pueda trabajar aquí?

- ¿Trabajar?

-Sí.

- ¿No me estarás insinuando que...?

Ambas mujeres le recorren de pies a cabeza con la mirada y nuevamente siente un escalofrío en todo su cuerpo, supone que nada bueno saldrá de ahí, su cuerpo comienza a temblar debido a la mala sensación que tiene en la boca del estómago.

-Me da igual lo que haga, solamente necesito el dinero.

Fue de esa manera que terminó en aquel bar vendiendo cigarros a los clientes borrachos que disfrutaban de ir a altas horas de la noche a perderse en el alcohol.

BaekHyun tenía que agradecer que le dieran ese trabajo y no otro que seguramente iba a dejarle con él doble de traumas que ya tiene en su vida.

Aunque tampoco es que se salve mucho, no sabe la cantidad de pedófilos y pederastas que frecuentan el lugar.

Nota las miradas que algunos hombres le dan aún siendo un niño. Incluso llegó a escuchar cómo uno le decía a su acompañante que se le antojaba demasiado debido a lo delicado de su cuerpo.

Asqueroso.

Afortunadamente ningún hombre intentó nada con él, y extrañamente la señora al otro lado de la barra solía cuidarlo de aquellos asquerosos hombres por lo que pudo trabajar medianamente tranquilo en el lugar, donde la venta de sus cigarros no fue tan mala aunque tampoco iba a decir que le iba muy bien.

Al menos así fue hasta que cumplió los 15 años.

Mientras iba creciendo, BaekHyun comenzó a desarrollar un desagrado y odio hacia su propio cuerpo, pues era el causante de que recibiera demasiadas miradas obscenas sobre su persona.