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BaekHyun observa a ChanYeol regar las flores que recién acaban de sembrar juntos en el jardín. La expresión en el rostro del más alto es tranquila, con una pequeña sonrisa adornando sus labios.

Puede darse cuenta del amor con el que el más alto trabaja y cuida de ese enorme jardín del que él está enamorado. El mayor días atrás le contó que gracias a su madre es que él tiene ese amor y esa devoción por las flores, y que no iba a descansar hasta que lograra cumplir el sueño que ella tenía de abrir una floristería. Para BaekHyun, escuchar hablar con tanto amor y nostalgia al más grande provocó que su corazón latiera con fuerza, pero sobre todo le hizo admirar aún más al alto al ver esa fuerte convicción de querer cumplir el sueño de su progenitora.

- ¿BaekHyun?

La voz grave del que ocupa sus pensamientos hace que salga de sus pensamientos, dándose cuenta de que se le había quedado mirando de manera fija. Sus mejillas se ponen un poco rojas al verse descubierto.

- ¿Si?

- ¿Estás bien? -ChanYeol deja de lado lo que está haciendo para acercarse al menor al notar su rostro tan sonrojado.

-Sí, ¿por qué? -Responde tratando de no verse nervioso, pues pese a que ha pasado un par de semanas desde aquella salida en la feria y que su relación había pasado a ser algo así como de amantes, todavía se pone un poco nervioso ante la cercanía del chico.

Es imposible que su corazón no lata con rapidez y sus movimientos se vuelvan más torpes de lo normal, como justo ahora en el que siente como las grandes manos contrarias toman su rostro con delicadeza, lo que provoca que su corazón lata con demasiada fuerza que siente que puede morir en ese momento.

-Te pedí que me pasaras las tijeras y sólo te quedaste ahí parado sin apartar la mirada de mí. -ChanYeol no evita deleitarse con la mirada nerviosa y tímida que el bajito le otorga. - ¿Hay algo que quieras decirme? -Acaricia con suavidad el par de duraznos sonrojados que sostiene entre sus manos, sus dedos pulgares deslizándose por la piel tan suave y bien cuidada del chico. BaekHyun niega.

-Perdón, me distraje. -Suelta una risa nerviosa y ChanYeol asiente, deja un beso en su frente antes de separarse para tomar las tijeras de las pequeñas manos del chico para después seguir con lo suyo, sin notar como él lleva sus manos a la altura de su corazón, rogándole a éste que deje de latir de esa manera tan salvaje que lo hace sentir avergonzado.

-Si quieres puedes irte, sabes que no es necesario que me ayudes, ¿verdad?

-Lo sé. -Se apresura a responder. -Pero quiero estar aquí. - "Contigo" piensa.

-De acuerdo.

Una pequeña risa sale de los labios de ChanYeol, enviándole escalofríos por todo su cuerpo. Se acerca a donde está el chico, agachándose a su lado y se queda quieto, observando como corta algunas flores que por algún motivo han muerto. No es mucho, ChanYeol ha hecho un excelente trabajo que ese jardín ahora se ve mucho más vivo y con una gran variedad de flores que él mismo se ha encargado de pedir.

El silencio se adueña del lugar, pero no es algo incómodo, al contrario, el silencio es tan cómodo y arrullador que no puede evitar dejar caer su cabeza sobre el hombro contrario, relajado. ChanYeol le mira de reojo y observa la pequeña mata de cabellos oscuros sobre su hombro, sonríe un poco.

ChanYeol no comprende cómo es que la sola presencia del más bajo hace que su corazón lata rápido, haciéndolo sentir totalmente perdido por el chico, sin siquiera haberse dado cuenta sus sentimientos han estado creciendo en los últimos días que teme lo que va a suceder entre ellos una vez que Yifan vuelta de su viaje de negocios.

𝑴𝒆 𝒈𝒖𝒔𝒕𝒂𝒔 𝒎𝒂́𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒇𝒍𝒐𝒓𝒆𝒔. // 𝑪𝒉𝒂𝒏𝑩𝒂𝒆𝒌.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora