Okay antes de empezar, últimamente mucha gente ha estado decepcionada del final y como "especial" haré el final pero con Rusia, y posiblemente con Chile pero eso depende de ustedes, también quería agradecer ya casi son 5k de leídas y me ha hecho feliz, y lo siento si les fallé pero aquí les recompensó.
Sin más, empezemos.
Día nuevo, ropa nueva, mentalidad nueva, Alemania hasta los últimos meses no había pensado en enamorarse, y si lo hacia no pensó que sería por internet. Pensaba en quien seria aquel chico, ese que le hizo sonrojar más de una vez, el que lo hizo rodar en su cama o el que le hizo impacientarse por un mensaje de buenas noches.
Se iba acercando al punto de destino, antes hubiera pensado que un parque sería un buen lugar pero cuando ese chico le dijo que un parque de diversiones le sorprendió, "te quieto ver reír", fue exactamente lo que dijo, estaba emocionado aunque hacía un poco de frío el calor de su cuerpo lo hacia sudar de un modo alarmante, ¿por qué no tomo un taxi? Se preguntarán, y la respuesta es que no quería asustar al taxista, estaba nervioso y demasiado, pero no éramos nervios negativos, eran positivos, muchas veces penso en que el día que lo viera se lanzaría y lo besaria hasta cansarse.
Ya podía ver las atracciones altas, acelero el paso y sacó su celular para llamar a el amor de su vida, algunas personas lo miraban raro porque parecía que corriera pero el sentía que iba muy lento, tenía la necesidad de tener una moto y acelerar, pero se chocó con alguien, cuando levantó la mirada para ver esa entrometida persona que no veía por donde iba se topó con la mirada del ruso, y el teléfono celular de este comenzó a sonar, el contesto y en el aparato del alemán comenzó a escucharse su voz, lo acerco a su oído mientras veía perplejo al euroasiático, se pudo escuchar esa misma voz.
-hola...- dijo el ruso dando una pequeña sonrisa.
-te vez bien...- respondió el alemán apuntó de llorar.
-tu también, pero eso ya lo deberías de saber...- eso halagos que le daba el ruso a su alemán lo hacían sonrojar mucho, todo el tiempo.
El alemán colgó la llamada y recostó la cabeza en el pecho del mayor, olía bien, usaba la misma Colonia del día que lo hicieron, ese recuerdo lo hizo sonrojar, seguía respirando tranquilamente hasta que sintió esas grandes manos en su espalda dispuesto a abrazar a él menor, ahora su corazón parecía que corriera una maratón.
Correspondió el abrazo nervioso, y notó que el ruso se agachaba poco a poco para alcanzar el cuello del alemán, inclinó un poco su cabeza para dar paso libre y erizo su piel cuando sintió lo suaves labios de este besandolo, cuando se separaron esa tranquila sonrisa del ruso hizo estremecer al europeo, esto parecía un sueño.
Sin más entraron al parque de diversiones, las risas y gritos activaban el niño interior del alemán, sin duda era un lugar tan feliz, se sentía animado, solo tomó la mano del ruso y la jalo para ir a la montaña rusa, la fila no era larga, era de esperarse, mitad de semana y una ciudad pequeña.
Pasaron un buen rato subiendo de una atracción a otra y comiendo dulces del lugar, esa adrenalina se había acabado, ambos estaban agotados así que decidieron subirse al unico juego en el que te relajas y descansas, la rueda de la fortuna, al estar en la cima miraron toda la ciudad con las luces encendidas, las pequeñas estrellas de la tierra que iluminaban las calles de un modo mágico pero el alemán notó que el ruso no estaba apreciando este paisaje.
-deberias mirar, es hermoso.- artículo el chico sin dejar de mirar cada detalle de aquel lugar.
-¿mas que tu?, no lo creo, prefiero mirarte a ti.- el alemán despego la mirada y se quedó impactado con las palabras del chico, su boca estaba entreabierta por el asombro que le causaba la serenidad del más alto, volteo la mirada un poco sonrojado.
Ahora se encontraban en una loma del algún parque, estaba ocultándose el sol, las estrellas se comenzaban a ver, el árbol que estaba cubriendolos tocaba una pequeña armonía mientras movía sus hojas, todo estaba tranquilo, se sentía bien, el clima, el paisaje, todo...
-¿por que no me lo dijiste antes?.- dijo por fin el chico de gafas.
-cuando nosotros... acordamos no hablar de eso, me sentí mal, no me sentí capaz de superarlo, Alemania yo te amé y aún lo hago, siento que toda mi vida lo haré, cada vez que pensaba en ti no podía evitar pensar en todo lo que pudimos hacer, todo lo que podíamos vivir juntos... te amo tanto y aunque quería dejarte ir, no podía, mi corazón necesitaba estar contigo, yo necesitaba estar contigo.- el ruso vio los ojos de la pequeña "piraña", estos estaban apunto de llorar, el también lo amaba, lo extrañaba y necesitaba, necesitaba ese amor que le dio el ruso, ese que lo hizo sentir amado y apreciado hasta cuando no sabía que era el amor.
-yo también te amo, también te necesito, todo ese tiempo que sufrí por ti no podía superarte, me negaba a pensar en ti con alguien más, cuando me abrazabas y besabas me sentía en el cielo, llévame otra vez, se mi Ángel que me lleve a la gloria- cuando el alemán termino de hablar los labios del ruso estaban sobre los suyos, un beso lleno de nostalgia y dulzura, pero esta dulzura iba subiendo de tono cuando el ruso mordió el labio del alemán abriendo su boca y explorandola, se recostaron en el césped y siguieron así hasta que en el cuello del menor comenzaron a generar cosquillas, ahora eran pequeñas risas las que salían.
-Russland... vámonos.- este lo tomo de la mano y salió corriendo a algún lugar decente o privado.
Mientras corrían la lluvia comenzó a caer, mojó sus ropas pero no los detuvo, seguían y seguían hasta que llegaron al límite, se sentaron a descansar en una parada del autobús, cuando fueron resguardados sobre ese techo de plástico se comenzaron a besar, esa unión que iba al compás de la lluvia que caía con fuerza del cielo, estrellas testigos del grande amor mutuo que se sentían, toda la calle estaba silenciosa solo se escucharon sus agitadas respiraciones y sus latidos, se sentía bien, los brazos del europeo sobre el cuello del más alto, y las manos del euroasiático sobre sus caderas acariciando levemente.
-te amo...- fue lo único que dijo el alemán cuando se separaron para respirar, el ruso solo soltó una risa feliz con unas cuantas lágrimas que se camuflanban con el sudor y la lluvia, el más bajo solo beso sus mejillas secandolas y siguieron besándose.
Una noche en donde los dos no dejaban de ser felices, sus corazones estaban apunto de estallar, el amor mutuo era algo tan maravilloso, algo único por vivir, algo que claramente lo recomienda a cada persona...
Me encanto jaja, bueno gente, espero que sea de su agrado de verdad, me esfuerzo para hacerlos felices y no me rendire, espero que se sientan mejor y los amo.
Así sin más, me despido por última vez.
-con amor, happy❤.
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Solo un acosador mas - Countryhumans (remodelación)
RomanceUn admirador secreto desea conquistar el corazón de Alemania, ¿lo podrá conseguir?