Julia
Hubo tres momentos clave en mi vida. Tres momentos que hicieron que nada fuese igual. Jamás olvidaré esos días. Todos están marcados por el mismo sentimiento: miedo. Sí, yo que siempre había sido una persona valiente, que se atrevía a saltar de cualquier acantilado, a meterse en líos, a enfrentarse a cualquier situación, tuve miedo por primera vez con 18 años. Miedo real, del que te eriza la piel y no te deja dormir.
27 de agosto de 2020. Esa fecha está marcada a fuego en mi consciencia. Muchas noches me desperté con esos números bailando por mi mente. Ese día enterramos a mi abuela, Ana, la mujer a la que siempre había admirado. Fue tan difícil decirle adiós... Ese día pensé que el vacío que sentía se curaría con el tiempo, pero aún no sabía toda la verdad. Murió mi abuela y eso me dolió muchísimo, pero el 27 de agosto de 2020 también fue el día en que descubrí que me habían engañado durante toda la vida. Mi madre no era mi madre. Anaju no era mi madre. Y eso lo cambió todo.
1 de octubre de 2020. Aún recuerdo el mar de lágrimas que solté ese día y ese gran sentimiento de soledad. Estaba aterrorizada y no tenía nadie a mi lado para pedirles ayuda. Estaba sola. Estaba perdida. Recuerdo llorar durante horas en el suelo del baño de ese piso frío y oscuro, sin dejar de mirar el objeto que tenía entre mis temblorosas manos. Leí esas palabras un millón de veces y cuando intentaba cerrar los ojos volvían a aparecer. "Embarazada, 3-4 semanas".
12 de abril de 2025. Esta, sin duda, era la fecha que más temía. Ya no importaba quién era yo, quién era mi familia o si estaba sola o no. Yo ya no importaba. Pasé a un segundo plano. Mi hija me necesitaba y yo tenía que ser fuerte. No podía derrumbarme ni por un segundo. Pero durante esa noche reflexioné sobre todo lo que había pasado en esos cinco años y por primera vez, me hubiese gustado tener alguien con quien contar. Me dormí con lágrimas en los ojos, imaginándome en la que había sido mi casa, rodeada de mis padres y mis hermanos. Esos con los que había perdido contacto hace cinco años.
Esa noche, solo esa noche, me permití recordarle. A él. Sergio. Hace cinco años también le perdí a él. Mi mejor amigo, mi novio, el amor de mi vida. Fui yo la que se fue sin mirar atrás, la que lo dejó todo, pero no ha habido día en el que no dudara de si fue la decisión correcta. "¿Cómo estará? ¿Me habrá olvidado por completo?" me pregunté esa noche. Recordé sus ojos verdes, su pelo castaño y ese remolino en el que siempre acababan mis manos. Recordé sus caricias, sus abrazos, sus besos. Recordé su voz, su sonrisa y la manera en la que siempre conseguía que todo estuviese bien.
Estábamos hechos el uno para el otro, o eso es lo que creía yo. Pero hace cinco años me fui buscando respuestas sobre quién era yo. ¿Cómo iba a saber si Sergio era el amor de mi vida si ya no me sentía "yo"? Hice las maletas y me fui. Sin explicación, como una cobarde. Porque por primera vez, tuve miedo.
Pero ahora, tras esa noticia, no podía quitarme de la cabeza el volver a casa. Necesitaba el apoyo de mis padres, mis hermanos, mis tíos..., por mí y por Ana, mi hija. Ella merecía una familia, más gente que la quisiera incondicionalmente. Merecía conocer a su padre. Así que el 23 de abril tomé la decisión, hice las maletas y me preparé para volver al que fue mi hogar.
Sabía que iba a ser difícil, que iba a sufrir mucho, pero no podía seguir inmersa en el miedo. Tocaba ser valiente.
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Hola!! Pues aquí tenéis el prólogo de Volver a ti, espero que os haya gustado!!
Siempre me han encantado las historias de reencuentros y hace semanas tuve la idea para este fanfic, pero había algo que me fallaba. Cuando acabé Te encontré, uno de vosotros me dijo que estaría bien hacer una segunda parte y ahí fue cuando me encajaron todas las piezas.
Seguirá siendo sobre Anaju y Hugo, pues tienen mucha importancia, pero sobre todo hablaré de Julia, su hija. Sé que de momento no se entiende mucho todo, pero poco a pooooco!
Estoy muy muy motivada con esta historia y espero que os guste!
Gracias por todo, siempre <3
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Volver a ti
RomanceJulia ¿Cómo os sentiríais si descubrierais que habéis estado toda la vida viviendo una gran mentira? ¿Y si hubiesen sido tus propios padres los que te habían engañado? Las personas en las que más confiaba, a las que admiraba... Ya no las reconocía y...