Julia
9 de mayo 2025
Pude ver como el corazón de mi padre se rompía en mil pedazos delante mío y cuando me miró, solo vi dolor y decepción. No me salían las palabras. Esto también me estaba matando a mí. Pero ahora mi dolor no importaba, solo el del hombre que tenía delante de mí, el que había quedado inmóvil desde que pronuncié la palabra "Barreiro".
- Papá, di algo, por favor. – supliqué ahogando un sollozo después de unos largos minutos en silencio.
- ¿Sabes? Por tu quinto cumpleaños pediste llamar a Anaju "mamá". Ese día ella se enamoró aún más de ti, pero ya era tu madre desde el día en que corrió hasta el hospital descalza, clavándose cristales, solo para que tú estuvieras bien. Te quiso desde el primer momento, Julia.
- Papá... – murmuré incapaz de contener las lágrimas. Él sonaba tranquilo, pero yo sabía que realmente, estaba roto.
- Ese día te pregunté si estabas de acuerdo con que me casara con ella, si querías que fuéramos una familia, y jamás olvidaré la sonrisa que se dibujó en tu rostro. También prometiste no quitarte nunca ese collar que te regalé, a conjunto con el anillo de Anaju, pero supongo que ya lo habrás tirado, ¿no? Total, no querías saber nada de nosotros, de tu familia, de tu madre.
Tuve que morderme la lengua para no gritar en ese momento el verdadero paradero del collar. Esa joya me había acompañado toda la vida y, de alguna manera, me había recordado que no estaba sola. Ahora, mi pequeña Ana tenía ese collar colgado en el cuello para que recordara que su madre pensaba cada segundo en ella y que la quería con locura. Cuando se lo regalé, el día antes de separarme de ella, no pudo estar más contenta. También le regalé una preciosa pulsera que Sergio me compró por mi 14 cumpleaños. Así, mi niña podía sentir el amor de sus abuelos y el de su padre, mientras yo... Tenía lo que me merecía: nada.
- ¡Di algo! – exclamó mi padre, sacándome de mis pensamientos. – Dime que te equivocaste, ponme mil excusas si quieres, pero dime algo, porque no puedo creer que hayas sido capaz de hacer algo así.
- Me equivoqué y me arrepiento. Acababa de enterarme que Anaju no era mi madre y...
- ¡Es tu madre, joder! – gritó mi padre. Jamás le había visto tan enfadado. – Estoy harto de que sigas anclada en que te engañamos. Sí, no te dijimos la verdad. ¿Pero hubieses preferido que te dijéramos que tu madre biológica no te quiso? ¿Que te abandonó porque ni tú ni yo le importamos una mierda?
Esas duras palabras hicieron que me estremeciera. Pero era la verdad. Eva no me quiso nunca y era algo que no podía entender ahora que yo era madre. Ana era lo más importante para mí y jamás la podría abandonar.
- Es así, Julia. Tú sigue negándolo, pero la realidad es que "tu madre", la que te dio la vida, es una mala persona, alguien cruel que no quiso saber nada de su hija. Eva no te quiere ni te quiso nunca.
- Lo sé, papá. Fui a verla.
En ese momento, todo se paró. Mi padre clavó su mirada en la mía, intentando ponerle sentido a la conversación.
- Conocí a Eva y créeme que sé qué tipo de persona es. – dije con un hilo de voz, intentando mantener una calma que no sentía.
Mi padre seguía en silencio pero lentamente iba arrugando más y más el papel donde había escrito "Julia Cobo C". Sabía que le había decepcionado profundamente, y no quería ni pensar en cómo reaccionaría Anaju. Me dirigí paso a paso hasta el sofá y él, sin decir nada, me siguió hasta sentarse a mi lado.
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Volver a ti
RomanceJulia ¿Cómo os sentiríais si descubrierais que habéis estado toda la vida viviendo una gran mentira? ¿Y si hubiesen sido tus propios padres los que te habían engañado? Las personas en las que más confiaba, a las que admiraba... Ya no las reconocía y...