Flores para el ballet.

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Me escondí, pero no era un monstruo. Era una niña. Su vestido era amarillo, como de bailarina de ballet y estaba sucio, descalza apenas caminando.

Venía acompañada de un par de esas criaturas grises, se detuvo ante la puerta gigante y tomó a uno de los seres.

Lanzó al gnomo a la manija de la puerta y este la abrió, ella avanzó y cerró la puerta tras de sí.

Cuando pretendía salir de mi escondite pude escuchar otra cosa, uno de los monstruos se acercaba corriendo, se abalanzó contra la puerta y la rompió.

Siguió avanzando, a lo que yo me asomé por el roto marco de la puerta a ver qué ocurría. Preocupado por esa niña que parecía ser perseguida. Aunque me preguntaba cómo podía haber llegado ahí.

El cuarto siguiente era más estrecho, el monstruo se detuvo sin poder pasar por unas cajas, a lo que se devolvió después de buscar por todas partes.

Yo volví a mi escondite, después de que se fue me acerqué al otro cuarto sin hacer ruido, hasta que la vi.

Se había cubierto con la ropa de una de las cajas y ahora había salido. Al verme lanzó un grito y se cayó de la caja.

Fui para ayudarla, pero me di cuenta de que me tenía miedo. Sin saber qué hacer, ayudé a mi amigo pequeño a cruzar al otro lado de las cajas, cuando ella lo vio se puso de pie y se nos acercó un poco.

Entonces más de esos seres aparecieron de las esquinas. En total fueron tres en la habitación y dos niños.

Ella se acercó a abrazarlo, cuando lo soltó me miro y me extendió una flor, vi que llevaba muchas.

Me quedé con la flor, la guardé entre unas páginas de mi libreta cuando escuché que le sonó la panza.

Le extendí una remolacha, la había robado de un caldero en la cocina. Ella se la comió como si no hubiera comido en días, le alcancé otra para que no tuviera tanta hambre.

Después de eso nos pusimos a buscar el modo de avanzar. Aunque ella lo tenía resuelto. Tomó a uno de sus amigos y lo lanzó a una especie de... cosa colgante.

Eso abrió la puerta y la cruzamos rápidamente, en la habitación siguiente había una pared con una grieta. Entramos por ahí y vimos varios dibujos en el interior de ese... espacio.

Entonces decidí hacer un dibujo de nosotros dos en la pared, encontré más lápices y los guardé dejando uno en el piso por si alguien más lo encontraba.

En la habitación siguiente ella se apoyó a descansar y cayó a un orificio escondido, ahí había una botella y más dibujos, dejé un dibujo en la botella, dos sobrevivientes y... más cosas.

Logramos empujar, todos, la puerta de la habitación para poder pasar, había sólo escaleras, pero junto con eso... un ruido... ¿Qué es eso?

Era como el ruido de un tren ¿Pero qué hace un tren aquí?

Ella se desmayó, no pudimos seguir continuando, la tuve que llevar a un sitio para escondernos y estar a salvo, a donde dejé la última nota.

Los seres me ayudaron a llevarla ahí. Debíamos esperar a que se recuperara. Hasta entonces...

Nineteen. Little Nightmares FC.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora