Capítulo 9

1.8K 156 9
                                    

¡Disfruten!

Capítulo 9

~*~

Ahora que el castaño tenía una boda que preparar, pasaba gran parte del tiempo libre (que no era mucho de todas formas, con sus trillizos siendo cada día más inquietos y de quienes todavía le costaba separarse más de un par de horas cuando se aparecían Parrish y su padre, o cuando se permitía ir de salida para estar con Scott y su manada) revisando los pormenores a considerar. Él no quiere una gran ceremonia, ni una fiesta extravagante. Ni siquiera tiene interés en derrochar dinero para los trajes de novios que deberían considera mandar hacer a la medida. Y no es que no le entusiasme, es que para él casi parece suficiente las argollas que portan en sus dedos.

― Ahora que lo pienso, ¿tendremos anillos de boda, Derek? ― Le preguntó, aprovechando que su prometido estaba en casa, que acaba de tomar la ducha y poner a dormir a los trillizos, Tayra siempre se tarda un poco más.

― Por supuesto, ¿quieres que comencemos a pensar en el diseño? ― Preguntó, acercándose para abrazarle solo por el gusto de hacerlo, dejándose caer luego en el sofá y llevándole consigo, acomodándole en su regazo.

― ¿Y estos anillos? Me encantan. ― Dijo, suspirando con melancolía ante la idea de tener que guardarlos en algún lugar de la casa. Recargándose en el pecho del moreno.

― No tenemos por qué dejarlos, podemos usar ambos, Stiles. ― Confortó, entrelazando sus dedos y besando los nudillos de su mano izquierda. ― No te pongas ansioso por algo tan simple.

El castaño sonrió, dejándose mimar.

― Amo estos anillos, son tan, nosotros. ― Suspiró, de nuevo, acomodándose mejor contra el cuerpo del moreno, apoyando la nuca en el hombro izquierdo, de manera que pudiera mirarle mejor.

Hale sonreía cariñosamente, como si no hubiese nada en el mundo que pudiera perturbar su plenitud, su felicidad. Su sensación a manada, hogar.

― Estás tan guapo, Derek.

― ¿Lo estoy?

― Sí, debe ser toda esa aura de felicidad que irradias. Te amo, Derek.

― También te amo, Stiles.

Sellar las palabras con un beso se siente simplemente bien. Como las piezas moviéndose armónicamente en la elaborada estratagema de vida.

...

Cuando Cora se aparece en la residencia Hale-Stilinski en el bosque, luce realmente molesta. Solo entonces Stiles y Derek caen en cuenta de que, sin atisbo de dudas, le dejaron fuera de absolutamente todo.

― No supe del embarazo, no supe del nacimiento. ¡Y no pensaban avisarme de su jodida boda! ¡Explíquense!

Stilinski y Hale jadean entre sorprendidos, nerviosos y emocionados.

― Cora. ― Musitó Hale.

― ¡Cora! ― Exclamó Stilinski, arrojándose a los brazos de su cuñada con una sonrisa enorme fácilmente acomodada en su cara. ― ¿Por qué no avisaste que venías~?

― ¿Así como ustedes avisaron de todo? ¡Joder, chicos! ¡Me perdí el precioso embarazo! ¿Cómo mierda van a justificar el fallo? ¡Ah! ¡Y ni siquiera los vi nacer! Y por lo silenciosa de la casa, me atrevo a decir que ni siquiera están, ¿a dónde han mandado a mis preciosos sobrinos que ni siquiera puedo conocerlos aún? ― Despotricó, toda una loba furiosa que de todas formas el castaño seguía abrazando como si no le hubiera molestado al oído cada improperio.

― Cora, lo sentimos. Fue todo tan repentino, y luego sucedieron un montón de cosas que simplemente lo olvidamos. No te enojes, tanto al menos. Te aseguro que estamos arrepentidos y reflexionaremos sobre nuestra enorme falta, ¿verdad, Derek?

CHILD OF THE MOONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora