CHILD OF THE MOON

Capítulo 4

¡Enjoy!

Capítulo 4

~*~

Incluso Hale no daba crédito a lo que había escuchado.

― ¿De nuestros pequeños?

― Si. Dios, es tan... tan, abrumador. De una hermosa manera. ― Parloteó, llevando la diestra a su vientre, mientras la siniestra continuaba enlazada a la mano de su amante. ― ¿Esto es lo que tú escuchas? ¿Todo el tiempo?

Aún con dudas, el lobo decidió seguirle de momento la conversación a su novio.

― No todo el tiempo. Ya sabes, control sobre mis sentidos. Los vigilo continuamente, por seguridad.

― Pero es hermoso, Derek. ¿Cómo puedes no querer escuchar sus latidos todo el tiempo? ― Preguntó.

No enojado, ni molesto. Simplemente, anonadado, sorprendido.

Hale sonrió, acompañando la mano de su amante sobre la tripa de él. No era demasiado grande, pero sí lo suficiente considerando que son tres cachorros los que se gestan en su interior.

― Tú lo dijiste, Stiles. Llega a ser abrumador. De una buena manera, pero todavía necesito ser capaz de centrarme en otras cosas aparte de sus latidos.

Los ojos del castaño subieron de inmediato hasta su rostro. Ese atractivo rostro que sonríe con amor, a esos ojos verdes que brillan como nunca. Que expresan tantas emociones, que él se siente capaz de reconocerlas, de leerlas. De olerlas.

Stilinski parpadea varias veces cuando se da cuenta de que hay una sensación particular cosquilleando en su nariz. Específicamente en sus fosas nasales, probablemente más allá de ello. Y se encuentra reconociendo olores que no había percibido nunca antes.

― Derek. ― Susurra con un dejo de temor. Con sus grandes ojos avellana abiertos de par en par.

Temor que el lobo huele de inmediato. Así como el latir apresurado de su corazón. Y la evidente contrariedad de su mirada.

― Stiles, ¿qué está mal?

― Te huelo.

― ¿Qué?

― Creo que, huelo tus emociones.

― ¿Que puedes qué?

Ambos se quedan un momento en silencio. Hale olfatea las emociones de su amante, vigila también los latidos de su corazón y los de sus cachorros. Sabe que eso básicamente es imposible ya que no ha recibido la mordida de su parte, ni de ningún otro hombre lobo en Beacon Hills. Sin embargo, también era básicamente imposible que se embarazara, pero ahí están, en la dulce espera. Así que descarta marcarlo como imposible. Sin embargo, ¿está convirtiéndose? ¿O es un efecto secundario de su estado de embarazo?

Por su parte, Stilinski se permite captar tantos olores como le es posible, y acuñar cada uno de ellos en las emociones que describe a sus sentidos. Fue de la incredulidad a la sorpresa, y de ahí al miedo momentáneo para estancarse en una concentración de envidia. Lo sabe porque sus emociones se han estabilizado, dejando en su piel un olor a tranquilidad y confianza que calmó del todo al propio castaño.

― Lo hablaremos con Deaton después, no creo que sea peligroso, Stiles.

― Está bien. ― Dijo, guardando otro momento de silencio antes de llamarle otra vez. ― Derek.

― Dime.

― Me encanta tu olor. Este olor, justo en este momento. ¿Sabes por qué?

― No, así que cuéntame.