Epílogo

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¡Finite!

Epílogo

~*~

Cuando las remodelaciones en la residencia Stilinski terminaron, tanto el sheriff como Parrish estaban emocionados. La idea de la paternidad finalmente había hecho hueco en el corazón de ambos y estaban más que entusiasmados con el embarazo.

― Estamos listos para lo que sea que tengas que hacer con tu magia, Stiles. ― Le dijo la tarde de celebración por la renovación de la casa. Noah estaba tan sonriente que su hijo casi juraba que era la primera vez desde que su madre falleció, que le veía tan honestamente feliz.

― Oh, eso ya está. Ahora solo les toca la parte más sexy. Ya sabes, papá, tener mucho sexo.

― Ok, voy a ignorar esa boca sucia tuya y buscaré a Chris para charlar. Necesito un respiro. ― El sheriff dejó a su hijo con esa cara reflejando diversión, orgullo y mucho cariño por su padre. Él lo sabe, y lo ama, pero no puede hablar de sexo con facilidad. No, no en esta vida.

― ¿Disfrutas molestando a tu padre?

― Oh, vamos Derek. Adoro verlo avergonzarse. Es una pequeña venganza por lo que tuve que pasar cuando tuvimos la charla. ¡Yo era un crío de 16!

― No pudo ser tan malo, Stiles.

― No lo fue. Pero tuve esas palabras en mi memoria durante semanas, ¡semanas, Derek! No podía mirar a las chicas sin pensar en la charla. ― Dijo, incluso estremeciéndose como si el recuerdo se deslizara por su piel.

Hale gruñó, inconscientemente quizá. Es solo que no lo consigue, sacarse el recelo cuando Stiles habla de la atracción por el sexo femenino. No cuando memora su adolescencia, cuando el fantasma de Lydia sigue siendo incómodo y...

― ¡Para! ― El castaño exclama, sujetando el rostro de su esposo por las mejillas barbudas. ― Sé lo que estás pensando, y no quiero que sigas por ahí. Luego te pones todo huraño y hoy estamos celebrando otro trozo de felicidad para mi padre y Jordan. Además, no había terminado. Después, cuando insinué que podía ser gay, papá se negó al principio, pero entonces apareció un sexy muchacho con aire misterioso que fue puesto en la mira de la comisaría de Beacon Hills, y yo, como buen chico sano y curiosidad, me metí demasiado con él, hasta que mi padre realmente se informó y se sentó conmigo a hablar sobre el sexo gay. ― Hale elevó finamente una ceja, casi como si no pudiera imaginarlo. Demasiado bizarro e irreal. ― ¡Hey! ¡Lo hizo! Él incluso me compró condones y lubricante para practicar, ¡practicar, Derek! Y después de tan bochornosa charla, que de todas formas solo me enseñó cuando profuso puede ir el sonrojo de mi padre, el tema no se consideró hasta que tú, literalmente, comenzaste a meterte en mis pantalones. ― Dijo, añadiendo un guiño coqueto.

― Eso fue después de que tú me sedujeras, poniéndome celoso con Parrish, o con Lydia, o incluso siendo siempre solo amigo de Scott. ― Gruñó, para variar.

― Oh dios mío, ¿en serio? ¿incluso celoso de Scott?

― Siempre fuiste muy unido a él.

― Hasta que asumí que estaba enamorado de ti, Derek. Y entonces aquí estamos, formando manada, tú, nuestros hijos, Jordan, papá y yo. Y luego los hijos que tengan ellos, y los que todavía vamos a tener tú y yo, y poco a poco iremos teniendo una gran manada~. Aliada de muchas otras manadas, ya verás.

Hale acepta que su esposo lo distraiga. Que le hable de esas metas a futuro que se dibujan como sueños bajo la ruidosa voz de su esposo. Y el joven Stilinski se permite imaginar, fantasear e idear, planear una vida llena de alegrías y promesas, de felicidad y uno que otro problemilla, porque no pueden faltar.

CHILD OF THE MOONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora