En la Casa de Gobierno Takahiro cerró la puerta procurando hacer el menor ruido posible. Llegó cuando los hermanos Usami estaban tratando de ver quien iba a hacerse cargo del hijo de aquel Beta que luchó con Kirishima.
No quiso pensar demasiado, eran tantos los secretos que se tenían en la Manada que uno más no era de extrañarse, él también poseía sus propios fantasmas, y a excepción de su origen que comprometía a los señores Takahashi, los otros estaban unidos a Akihiko Usami.
Se bañó, tomó el supresor y se acostó cansado, tratando de conciliar el sueño se sintió mal por no poder ver más a Misaki ese día; su hermano había corrido después de notar como su aura respondió a alguien distinto a su amado Takano, pero a él le dejó el sinsabor de saber que su destino seguía unido a Usagi, así este lo negara.
Se removió en la cama tratando de encontrar la posición correcta para dormir, pero cada vez se hacía más difícil descansar apropiadamente. Al final optó por levantarse e ir a la cocina, en la parte superior de las escaleras observó a Risako y a Yasuda que subían prácticamente devorándose la boca. Como pudo se escondió para evitar cualquier enfrentamiento con ellos, además detestaba el poco pudor con el que se acariciaban de manera íntima. Los vio desaparecer detrás de la puerta de la habitación del macho.
Detestaba a esa mujer, Takahiro por la función que cumplía en el Consejo de Mayores sabía algo de su pasado, pero existían demasiados vacíos que parecían borrados o simplemente trastocados por alguien desde adentro de Inteligencia.
A Gou escasamente le conocía, así que lo único que podía decir es que, como buen Alpha, no despreció la oportunidad de desahogarse sexualmente que le fue ofrecida.
En la cocina buscó en la alacena y en la nevera algo que pudiera preparar, así mismo que fuese rápido y nutritivo, llevaba años comiendo de forma saludable, más por el mal sabor que le dejó la necesidad de consumir carne humana para salvar su vida, un recuerdo que quisiera borrar para siempre, ya que lo único que le causó fue el dolor de la pérdida de lo más bello que pudo concebir.
Takahiro se sentó mirando la noche iluminada con el cuarto creciente, en dos noches la luna llena estaría completa y con su color azul. Nunca sabría que sería establecer un vínculo...tal vez debía hacerle caso a Fuyuhiko y unirse con la Beta que a diario le demostraba ser su amiga. A veces un buen matrimonio se daba mejor cuando los unía la amistad, y el sexo sería un aspecto más de la convivencia.
La bebida que le fue colocada al lado del plato le hizo notar que ya no estaba solo, Haruhiko le sonrió sentándose frente a él. En silencio el Alpha miró al hombre del que se volvió confidente por una casualidad en su adolescencia.
—Debes decirle, son años guardando una pena que le corresponde a ambos —dijo causando que el otro tragara pesadamente.
—Sabes lo que sucedió en mi primer celo, desperté su calor, pero al enterarse de mi condición me rechazó como si tuviese sarna.
—Akihiko se asustó y luego vino el hecho de mi transformación cuando nadie la esperaba —habló el pelinegro mayor—. Natsuko lo apartó sin permitir que hablaran de nuevo, te aseguro que las cosas hubiesen sido diferentes.
Takahiro recogió los platos, no quería escuchar excusas que bien pudieron darse en quince años. El problema y el dolor no era porque su amigo Akihiko se había apareado con él cuando el aroma a Manzanilla y Yerbabuena propio de su condición de Delta Puro despertará el instinto en ambos obligándolos a pasar el tiempo de calor juntos. Sino el saber que su primera y única pareja, de quien llevaba la marca en la base de su cuello, lo había rechazado al descubrir la mordida que su padre adoptivo le hizo para salvarle la vida.
Usagi no permitió que le explicara, simplemente le echó mientras preguntaba ¿qué tipo de fenómeno era?
—Sus palabras no se han borrado de mi mente, y muchos menos de mi corazón —pronunció casi convenciendo a Haruhiko que había aprendido a vivir con ello—, te imaginas si se entera que este "fenómeno" que es el resultado de la mordida de un Alpha y que fue sostenido con múltiples transfusiones de la sangre de un Omega, cuando la adicta de su madre humana prácticamente lo parió para dejarlo morir mientras seguía consumiendo heroína, ¿tiene la posibilidad de procrear?
El bufido y las lágrimas se asomaron detrás de las gafas de quien Haruhiko consideraba que necesitaba mostrar más ese maravilloso ser ingenuo y bondadoso que era, pero Takahiro se aferraba a ocultarse bajo esa horrible máscara de indiferencia y mutismo que mostraba a los demás. Abrazándole, el mayor de los hijos de Usami, le trasmitió un poco del amor que Akihiko debía ofrecerle.
Quería decirle algo, pero era tan complicado hablar de los sentimientos de otro. La última vez que platicó con Usagi de Takahiro, el hombre le dejó claro que no quería saber nada de él. Según los rumores, el Delta había hecho su vida y tenía un niño, nada más alejado de la realidad. Takahiro como amigo y compañero de trabajo, ayudó a Manami cuando su Alpha fue asesinado defendiéndola de un asaltante; como no pudo manifestar el amor maternal con su propio cachorro, todo ese cariño fue volcado en Mahiro, que le decía "onii-chan".
—Mañana tienes que estar a cargo del grupo de Omegas y Betas de Belewe, no confío en que Risako se dedique a cuidarlos, y hay demasiados peligros asechando.
—¿Vas a formar el vínculo con ella?
Takahiro se tapó la boca cuando pronunció la pregunta, Haru sonrió negando con la cabeza. Acababa de descubrir que su pareja a pesar de la diferencia de edades se encontraba dormido en medio del nido que inconscientemente había hecho con la ropa que portaba ese día. Al querer transmitirle la buena nueva, el ruido de alguien que se había golpeado les hizo separarse por completo para revisar quien se hallaba en el patio.
La figura rápidamente se transformó en un lobo marrón, uno de los colores más comunes y difíciles de ubicar, además, que debía tener un supresor, porque no se sentía ningún tipo de olor. Los ojos marrones pasaron a rojos procurando determinar por las huellas alguna pista que le ayudara a dar con el intruso. Antes de poder continuar, sintió la llegada de Kirishima y Miyagi, que no se veían muy contentos, por el profuso aroma a Anís con toques de Amapola que traía el castaño a pesar de notarse que venían aseados, era difícil negar el vínculo que había creado con el Guardián.
Para su infortunio no fue al único que detectó las feromonas, ya que un jadeante Yasuda se asomó en la ventana que minutos atrás había estado observando Haruhiko.
El gesto del Alpha oteando el horizonte, obligó a Zen a ingresar rápidamente a la Casa, debía aplicarse algo que disimulara el olor, y hacer caso a Miyagi, encerrarse en la habitación de Hiyori, solo el aroma de Selene sería capaz de ocultar el de Yokozawa.
Una vez allí, vio dos ojos naranjas dirigirse a él tomando la figura humana de Ailuros, el acompañante de diosa Luna. Al menos esa noche podría enterarse qué estaba pasando, y como serían los días hasta Aima, la noche de la Luna Roja.
ESTÁS LEYENDO
Castigo Divino
FanfictionCuenta la leyenda que Zeus castigó al rey de Licosura convirtiendo en un lobo a él y a sus cuarenta y nueve hijos varones. Hoy en día ese linaje convive con la humanidad, son considerados leyenda y temidos por su supuesta ansia de sangre. No obstan...