𝑛𝑜𝑣𝑒𝑛𝑜 𝑚𝑒𝑠, 𝑠𝑒𝑚𝑎𝑛𝑎 𝑡𝑟𝑒𝑖𝑛𝑡𝑎 𝑦 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑒
Las anteriores semanas la prensa y los medios en general habían estado rectificación el error cometido por la revista The Sun, explicando en exclusivas como la pareja no tenía planes de separación y estaban felizmente juntos en una relación amorosa y esperando a una niña que pronto traerían a este mundo.
Apenas los dejaban descansar. Incluso los habían fotografiado comprando lo que se convertiría en la decoración del cuarto de su hija. Louis esperaba que tuvieran suficiente material por un tiempo porque él no soportaría mucho más el acoso en ese momento de su vida.
Todo había sido agotador, más cuando Louis rozó el último mes de embarazo y fue empeorando a medida que la fecha se acercaba. Especialmente, esos últimos días había estado tan incómodo, sintiendo dolor en casi toda su espalda. Harry había estado ahí en todo momento, siempre preocupándose por él, y con una mano sobre la zona más tensionada y adolorida, aliviando todo lo que podía.
Esa noche iba a estar a su lado también, accediendo a todas y cada una de sus peticiones hasta que al fin pudieran sentarse juntos en el sofá, y envolviera al omega con una mano cálida sobre su vientre.
O ese era el plan.
Harry abrió la puerta principal de su hogar, esperando ser recibido por el abrazo y el aroma dulce de su omega, en su lugar la escena que encontró lo sobrecogió.
Louis estaba frente a él en la entrada, de pie y vestido, cuando unas horas atrás lo había dejado en el sofá con su película favorita y el pijama. Louis había prometido esperarlo en casa, sin excesivos movimientos y sin embargo allí estaba, con la bolsa del hospital descansando a sus pies.
—Harry, por fin. ¿Por qué no contestabas el teléfono?
—Me he quedado sin batería. ¿Algo ha pasado? —dijo, comenzando a preocuparse.
El omega gimió un instante después, cerrando sus ojos con fuerza y sosteniendo su vientre. Harry intuyó lo que ocurría. Las señales habían estado allí durante un par de días ya.
—Sí, es posible que tu hija haya decidido nacer hoy, así que por favor llévanos al hospital.
Sus músculos se tensaron.
—Bien. Sí. Deberíamos.
El alfa dejó las bolsas con comida bruscamente en el suelo y se centró en Louis, en la situación que se abalanzaba sobre ellos. Si Louis tenía razón, ellos pronto tendrían a su hija entre sus brazos.
—Está bien, cálmate —Louis se acercó, sonriendo suavemente hacia él, intentando transmitirle algo de calma. Harry la aceptó.
Cogió la bolsa del hospital y las llaves del coche, siendo detenido por Louis un instante después de abrir la puerta.
—¿Vas a dejar la comida ahí tirada en el suelo?
—Ahora mismo tú eres más importante —Harry argumentó. Louis no estaba demasiado feliz con ello, así que añadió—: Lo recogeré después, no te preocupes. Ahora vamos al coche.
Louis aceptó. Bajaron al garaje, dirigiéndose directamente al vehículo.
Debido a la insistencia del omega, Harry había instalado la silla del bebé unos días antes por lo que, con un trabajo menos que hacer, se centró absolutamente en Louis y todo lo que le ocurría.
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What if I say that I love you
FanfictionHarry y Louis se odian. Una noche se emborrachan y tienen sexo. Unas semanas después aparecen las consecuencias.