«-Aquí tenéis a una pareja sádica siendo ositos cariñositos.
Me dije a mi misma hoy, si hice al Luzuplay más tóxico que Chernobyl, ¿Por que no podría hacer eso a la inversa con el Mangelito?
; Cabe aclarar que:
-No todo tiene que ver con sucesos que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— <> — " º " — <> —
—¡Callaos joder!— dijo Manuel.
—¡Rubén deja de abrazarme!— Protestó Samuel.
—¿Pero te gusta verdad?— Respondió Rubén.
—Buscad una habitación...— Rió David.
—¡Callaos! Ya viene, ya viene.— Informó Alejandro.
Todos los chicos esperaban atentos a la llegada de el azabache, tenían la casa llena de flores y decoraciones, siendo las dahlias rosas las que resaltaban, sus favoritas. Cuando escucharon las llaves encajar en la puerta de entrada el bullicio se disminuyó a pequeños murmuros, y todos esperaban para saltar. —Ojalá por lo menos que me lleve la muerte...— Se escucho la voz del azabache cantar algo en silencio, entrando a la oscura casa. Cuando prendió las luces, casi le da un infarto. Todos los chicos saltaron de sus lugares gritando "¡Feliz Cumpleaños!" Y el azabache los miraba sorprendido. El chico pelirrojo corrió a lanzarse sobre su amigo dándole un abrazo, cosa que no tardó dos segundos en corresponder. Los demás hicieron lo mismo, bueno, menos Samuel...que más da, el mayor fue jalado de la mano por su esposo Rubén para que se uniera al "montoncito."
Estuvieron riendo mientras todos intentaban acaparar la atención del azabache dándole cumplidos y felicitándolo. ¿Como se hace una fiesta sin algo de vino? Muchos de los chicos no tardaron en entrar al estado de estar ebrios con alguna que otra copa o botella, el pelirrojo veía inquieto al azabache. Por alguna razón los nervios se le subieron a la cabeza, caminaba por la casa preocupado, uno de sus fieles amigos le ayudaba a calmarse, Luzu. —¿Que pasaría su dice que no? ¿Y si hago algo mal?— Preguntaba el pelirrojo desesperado por alguna respuesta, pero era imposible predecir el futuro.
—Tío, ¿Me ves con cara de adivino? Pues no lo soy.— respondió ya cansado Borja, el pelirrojo miro al suelo cabizbajo y el castaño suspiro dándole palmadas en la espalda. —Anda tío, no te bajes así. Igualmente estás muy bello Lolito.— El pelirrojo pudo sonreír al escuchar esas palabras, y solo río observando a su amigo. —Más guapo eres tú.— los dos rieron bromeando, se quedaron charlando para bajar las "revoluciones" y que estuviera tranquilo para la propuesta que tenía pensada hace meses.
— <> — " º " — <> —
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
