«-Aquí tenéis a una pareja sádica siendo ositos cariñositos.
Me dije a mi misma hoy, si hice al Luzuplay más tóxico que Chernobyl, ¿Por que no podría hacer eso a la inversa con el Mangelito?
; Cabe aclarar que:
-No todo tiene que ver con sucesos que...
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Dos parejas, o en otras palabras, cuatro Buenos amigos ¿Que podría salir mal? Bueno, mala suerte que aquellos chicos sean problemáticos.
—Manuel~...despierta.— dijo suavemente el mayor acariciando la mejilla del menor con cariño, el mencionado abrazo una almohada y escondió su rostro sonrojado en ella. —Te digo que no me llames Manuel...— el azabache sonrió y se paró de la cama, arrebatándole la almohada y yendo a acostarse observándolo, tomándole de las caderas. —¡Quítate joder!— gritó nervioso el pelirrojo cuando comenzó a sentir que el azabache iba dejando besos por su desnuda espalda. El chico intentó zafarse moviendo las piernas hacia atrás para empujar las del contrario, pero el azabache se mantenía rígido haciendo que se cansase y no se resistiera más. —Anda, es solo cariño cielo...— Ángel acaricio la cabeza de Manuel y se paró para salir de la habitación.
El pelirrojo se acurrucó nuevamente en la cama, realmente no quería hacer nada ese día. —Se que estás durmiendo, despiértate o ya no te doy los mimos en la cabeza que tanto te gustan.— dijo el azabache desde la distancia, específicamente en la cocina, el menor se paró al instante yendo al baño para darse una ducha y ponerse la ropa rápidamente. El azabache ya estaba vestido hace tiempo, e iba a hablarle sobre una pequeña "junta" al pelirrojo.
—¡Ya estoy!— hablo el alcalde corriendo hacia su pareja, inclinando su cabeza hacia el. El mayor sonrío enternecido por su ternura y comenzó a acariciar su cabello mientras tarareaba una canción cualquiera. —¿Por que la hora? Hoy no teníamos nada planeado.— Ángel río, y se alejó de Lolito para llenar un vaso con agua. —¿Conoces a Luzu? Sí, ese chico que te tiene de mala y tú también. El es novio de Rubén, y bueno, al ver que no te podía dejar solo por que lo más probable es que explotes la casa y Rubén invito a Luzu, os tendremos que juntar a la fuerza.— el pelirrojo lo miro por unos momentos analizando la situación, y sin decir ni una palabra, se dio la vuelta caminando hacia su cuarto para encerrarse.
—¡Oh vamos! ¡No puedo dejarte aquí solo!— rogó el azabache mientras iba con el pelirrojo tomándole suavemente de la mano, el de dio la vuelta con una expresión asesina. El azabache lo soltó por miedo. —No me jodas.— habló seriamente encerrándose en su habitación. ¿Como podía enojarse por algo tan mínimo? Hace ya dos años que estabas peleados, deberían de haberse reconciliado ya que la razón era algo absurda. Ángel decidió darle su espacio y fue a la sala para llamar a sus amigos.
—¿Rubiuh?...—
La llamada se quedó en silencio hasta que se escuchó unos pasos apresurados por el teléfono, atendió el castaño. —¿Ángel? Rubén se está duchando y no demora mucho, enseguida iremos, solo danos unos minutos.— respondió con su tono cansado y pacifico de siempre, el azabache miro la puerta de la habitación del pelirrojo, está no pensaba en abrirse por unas largas horas. —Sobre eso, ¿No creéis que podría ser una junta en mi casa? Digamos que Lolito se está comportando como un niño pequeño y no tiene muchas ganas de ver tu rostro Luzu.— se oyó al mencionado suspirar por la línea de teléfono y luego solo respondió. —Claro, déjame avisarle a Rub.—
[...]
No pasaron muchos minutos hasta que llegasen, Rubén casi empuja a Ángel por El Fuerte abrazo que le dio, necesitaba ver a su amigo debido a la gran distancia que se habían dado a lo largo de los años. El castaño saludó con un abrazo y les regaló a los dos su típica sonrisa que exclamaba ternura. —¿Como os ha ido?— pregunto Ángel observando a los dos chicos mientras se sentaba en el sofá. —Desde que perdí la fe en que Auron volviese, decidí cambiar mi rumbo y no estar obsesionado con alguien que no valía la pena...— respondió el castaño, a lo que el rubio lo abrazó. —Por algo ahora tienes a alguien que te aprecia.— Borja rio levemente y el azabache intento, pero su risa era más nerviosa y preocupada que divertida.
—¿Como han ido las cosas con Lolito después de todo?— Ángel miro al techo y luego hacia la puerta de la habitación. —No lo sé, siempre es cariñoso conmigo, pero durante los últimos meses se ha estado enojando por todo. Cuando discutimos el siempre termina siendo la víctima, y vosotros sabéis que soy el chico menos problemático de Karmaland.— Su cuerpo empezó a temblar levemente y se quitó las gafas para secar los pequeños brotes de lágrimas que amenazaban por correr. —Solo quiero que todo vuelva a ser como lo fue en un principio...— Unos pasos se escucharon por los pasillos. —Hay veces que pienso que nunca me hubiese gustado conocerlo.— El castaño se dio la vuelta aterrado.
—Volver al pasado ¿Sabeis? Solo vosotros, Frank, Samuel, Alex, Willy y yo...— el castaño se tapó la boca desviando la mirada, el rubio lo abrazó por detrás mientras que el azabache llevaba la mirada hacia ellos. Rubén lo miro decepcionado y ladeó la cabeza hacia la derecha. —¿Que pa...sa...?— allí estaba, el pelirrojo perplejo ante sus palabras, con lágrimas en sus ojos, no creía lo que había escuchado, y menos que fuera por parte de su querido novio. El azabache intento acercarse al pelirrojo arrepentido, pero este se alejó.
—Ya lo he entendido Miguel, no debes de restregarme en el rostro que nunca quisiste conocerme...—
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