Lucifer - Desterrando al Diablo ✔️

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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Lucifer

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Capítulo 5

Dios avanzó hacia la detective, deteniéndose a pocos metros de ella. "Hola, Detective Decker."

Chloe resistió el impulso de alejarse de él. La voz de Dios era amable, pero sus ojos le hablaban de su ira. Sabía que ella tenía algo que ver con lo que le había ocurrido a su hijo.

"No esperaba encontrarte en estas circunstancias, o en absoluto hasta que tu alma entrara en la Ciudad Plateada. Ahora queda por ver si eso sucederá o no", dijo Dios con frialdad.

Cloe se estremeció. Se le acababa de ocurrir que había muchas posibilidades de que acabara en el Infierno. De hecho, las probabilidades parecían estar al menos en el noventa por ciento. Había conspirado contra el hijo de Dios. Parecia mas imposible que terminara en el infierno que en cualquier otro lugar. Pero honestamente, ella estaba mas preocupada por lo que le iba a pasar ahora que cuando muriera.

"Mi hijo dice que tú lo salvaste, sin embargo, mi otro hijo ha dicho sin palabras que tú eres la razón por la que necesitaba ser salvado. Tu mirada culpable lo corrobora. Puede que no esté tan familiarizado con el concepto de culpa como mi hijo, pero lo reconozco cuando lo veo. Dime de qué tienes que sentirte culpable. ¿Qué le pasó a mi hijo? preguntó Dios.

"No estoy segura de por qué se convirtió en un niño", dijo Chloe. Estaba dando rodeos. Sabía que Dios no le estaba preguntando eso.

Dios sonrió, pero estaba muy claro que no era una sonrisa feliz. "Veo que no estoy siendo lo suficientemente clara. Deja que te explique lo que quiero. No quiero saber qué le hicieron exactamente a mi hijo y qué papel jugaste tú personalmente en ello".

Chloe tragó saliva. Tenía la voz tensa, lo que indicaba que se estaba enfadando más. "Un exorcismo o ritual de destierro. No sé en qué consistió exactamente, yo no lo llevé a cabo. Pero implicaba que tenía que beber un sedante".

"Que tú le diste, deduzco. Explícame cómo y por qué traicionaste su confianza. ¡No me mienta! Lo detesto tanto como a mi hijo, y lo sabré". advirtió Dios en voz alta.

A Cloe nunca se le había ocurrido la idea de mentir. Últimamente había estado bastante estúpida, pero llegó al extremo de pensar que efectivamente podía mentirle a Dios, sobre todo porque Maze y Amenadiel ya lo sabían, aunque ella no entró en detalles con ellos como Dios estaba insistiendo en que sí lo sabía. "Yo... vi el verdadero rostro de Lucifer."

"No es su verdadero rostro. Es una manifestación de cómo se veía a sí mismo. Continúa", dijo Dios brevemente.

"Estaba asustado. No sabía qué pensar de él. Fui en busca de respuestas. Conocí a un sacerdote que parecía dármelas. Tenía información sobre las otras veces que Lucifer había venido a la Tierra, y cómo influía en la gente para que hiciera cosas terribles. No quería creerlo, pero tenía miedo. El cura dijo que lo mejor para todos sería que Lucifer volviera al Infierno -dijo Cloe con voz temblorosa.

Cloe esperó a ver cuál sería la reacción de Dios, pero no tuvo ninguna. Su rostro seguía siendo el mismo. "Me pidieron que deslizara en la bebida de Lucifer un sedante necesario para el ritual que lo enviaría de vuelta al Infierno. Así que conseguí que Lucifer accediera a salir conmigo, o incluso a cenar en su casa. Puse el sedante en su vino".